QUE EL SANTO ESPÍRITU DE DIOS SEA EN TI
Abre tu corazón a la inocencia. Ofrécele tu mente a la pureza. Entrégale tu vida a Dios... Su Santo Espíritu vendrá a ti y guiará cada uno de tus pasos aquí en la tierra para que todo retorne junto contigo al Cielo.
Deja que Él te enseñe lo que realmente necesitas. Sé oración constante, agradecida, rendida, devota, en dádiva y servicio. Sé plegaria incesante, en atenta e íntima escucha, y... espera Su Respuesta con fe viva. Tu esperanza se verá colmada con creces, pues permitir que la Voluntad de Dios se exprese a través de ti, restituye tu Ser en Su SER.
Recita, con sincera devoción y humilde entrega:
¡Oh! Dios...
que mis pensamientos sean Tu Palabra
y mis acciones una expresión viva
de Tu Santa Voluntad.
Consagrando así, totalmente, mi vida a Ti,
para retornar al Cielo
junto con mi prójimo
que es uno conmigo y con todos
en tu infinito Amor.
Y, ahora, accede libremente a que Él te indique que has de realizar en Su plan de salvación. Regocíjate, amig@, con Su dirección no puedes fallar, no te puedes desviar ni extraviar. Con Su Certeza no hay ya cabida a sucumbir ante las dudas cuando éstas parezcan asomar. Únicamente, queda el convivir y compartir Su Amor, derramando bendiciones, en Su Nombre, allá dónde seas requerido.
KHAAM-EL
En la inocencia del alma pura, ora desde más allá de las palabras...
sé un canto agradecido...
una hermosa melodía...
una bendición que se regocija en plenitud.
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