sábado, 1 de agosto de 2015

ESCOGE LA ALEGRÍA, AHORA. *

   Es transparente el corazón amoroso porque nada tiene que ocultar. Comparte con dedicación y alegría. Bendice desde un saberse bendito. Su latido es tierno y firme a la vez porque, aunque sólo desea el bien, no lo confunde con zalameras formas de relacionarse ni se estanca en un punto muerto revestido de azucarados alegatos que perpetúan el dolor. No te cuentes historias para no confiar. Vive siempre en Alegría. En ese espacio virgen y fecundo de tu alma inmortal. Nunca se dirá en demasía: LO QUE NO ES AHORA, ES NUNCA... escoge la Alegría, ahora; porque ahora es lo único que realmente existe. No vivas fuera de ella o te entristecerás deambulando por un mundo árido de sacrificios que tras darte unas migajas después te las quita. No te contentes con tan escueto reparto y comprende que lo que no es para siempre no vale la pena. No llores más. Enjuga tus lágrimas y quédate feliz... todo cambiará para bien sin desvelos por tu parte. Déjate sorprender por el asombroso poder que alberga el ahora... su inmensidad abarca universos. La calma es inmutable en lo infinito y el ahora no tiene límites porque no puede, de ninguna manera, vivirse ni antes ni después.

   Escoge la Alegría, ahora. y, ésta, será para siempre, ya que ahora es siempre. La Alegría es Verdad y el pesar una mentira agazapada en un rincón cerrado de tu mente. Anchúrate sin restricciones y destapa todos esos rincones enclaustrados que puedan haber en tu mente. Tienes todo que ganar... nada que perder. Saca a la luz toda tiniebla y... lo tenebroso nunca más. Toda preocupación ha terminado. Todo sufrimiento ha cesado. Todo miedo es imposible... ni la enfermedad, la fealdad, la vejez o la muerte pueden afectarte, porque lo que no tiene fin es antes del principio. Lo que ha aparecido va a desvanecerse y nunca tuvo, ciertamente, significado; pero la consciencia feliz del ahora ilimitado permanece eternamente. La vida es del espíritu, no del cuerpo... ahora nuevamente eres sin confundirte con lo impermanente... la dicha ha llegado y todo el sufrimiento desparece definitivamente.

   No te escondas del Amor en medio del tiempo y sus vanas historias personales. Permanece en lo incondicional. Que ni azucarados trueques ni amargos rencores te distraigan de la Dicha presente. No dudes más. No le des vueltas y vueltas a sopesamientos que te mantienen resentido de tanto enjuiciar. Perdónate y perdona. Escoge la Alegría, ahora... el resto vendrá por añadidura. Dios sólo conoce la Felicidad infinita. En Él todos son bienvenidos y bienhallados. Deja que te encuentre ahí, y, por la gracia, tu vida se desplegará de manera natural hasta la plenitud del Ser.

KHAAM-EL



Ahora, sé feliz.




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