martes, 28 de junio de 2016

EL JÚBILO BROTA EN LA CONFIANZA PLENA *


   Confía sin tibieza posible, aunque la tierra entera tiemble, en la misericordia de Dios. Permítele, haciéndote a un lado, que Él se manifieste en ti. Sigue Su Guía para que todo alcance total consumación en Su Perfecto Amor... caminas desde la Tierra al Cielo. Estate presente para Él, sin distracciones de personal deseo, y serás levantado de toda dolorosa caída y error. Verás por encima de las ilusiones, al no arrastrarte en pos de lo transitorio, anhelando, sólo, Amar como Él Ama; y... ¡Aleluya! Resplandece el alma en comunión con la vida toda, con todos los pueblos y sus gentes, al palpitar en un único corazón, lleno de Amor Eterno, que canta alabanzas a la perfección esencial de Dios y Su Creación. 

   El júbilo lo sustancia todo desde la confianza plena, mientras reverdece la aridez devastadora surgida del deseo y el miedo, nutriendo hasta la médula al desfallecido que, tras el error de creer en lo egoico, en manos de Dios se pone. ¡Bendiciones! Desde lo Alto, que se encuentra en lo Interior, la Unicidad se manifiesta en Plenitud. ¡Hosanna, así en la tierra como en el Cielo! Eres, junto con todos y todo, indisoluble comunión; para nada división... Ya no hay miedo, cuando estás en ya; ahora hay Amor, cuando estás en el ahora; aquí hay felicidad, cuando estás totalmente en el aquí. Ya, aquí y ahora, es lo que en esencia siempre se Es... eres perfección cuando, sencillamente, eres y no estás proyectando para llegar a ser algo diferente a lo sustancial, o, con ignorante arrogancia, intentas librarte de lo que alguna vez creíste ser en lo circunstancial.

   Aquiétate en tu corazón... perdónate y perdona.
   
   Ora y medita para que ese inefable encuentro interior con la infinitud del Ser le suceda a todos en esta generación, sin dilaciones innecesarias de imaginarios futuros incorpóreos de separativos estratos. Bendice y confía. Haz, ya, aquí y ahora, lo que debes, sin personal interés, soltando el apego a tus memorias personales con la total confianza de que sean usadas para el bien de todos por lo impersonal, y comenzarás a Amar a tu prójimo de veras, porque has decidido Amar a la Divinidad por encima de todo, anhelando con el corazón entregado, generoso y humilde, más allá de cualquier anhelo particular, escuchar y seguir la Voz de Dios en tu interior, para que nuestro prójimo también la escuche y la siga, y sea, a su vez, colmado de bendiciones que, por la gracia y misericordia Divinas, le conduzcan a la vida plena del espíritu inmortal. 

KHAAM-EL




Camina con fe de la tierra al Cielo y el júbilo brotará irrefrenable de tu corazón enamorado de Dios y de tu prójimo, de la vida eterna y de la luz pura del alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario