Acompaño a continuación de estos párrafos introductorios el vídeo de una charla en la que profundizo en el reconocimiento de que el ego y la frustración son lo mismo... cargando al alma con las pesadas cargas del resentimiento y la cólera. La ira no sólo es una explosión puntual y frenética en un momento dado contra alguien o algo, sino que es en sí misma una manera de vivir, oculta tras múltiples excusas y muchos comportamientos medidos en un escenificado disimulo pretensor de unos resultados determinados por un particular deseo, y que se encuentra recelando en constante tensión interior. Por eso la ira es siempre un oculto deseo de justificar la propia frustración personal, larvada en largos períodos externamente imperceptibles que, a su tiempo y modo, finalmente son totalmente percibidos por todos en su fase aguda.
En definitiva, la ira es la justificación impetuosa, o calculada, de echarle la culpa de la íntima frustración a algo o alguien. Y la única manera de librarse de sus resentidas insidias y proyectadas angustias es tomar plena consciencia de que la ira no es directamente el problema en sí mismo, sino su excusa. La clave de la cuestión se encuentra en desenmascarar que la ira la fabrica la frustración de un sistema de pensamiento equivocado: el ego. Y que, desde la perspectiva defensiva de su peculiar parcela personal, ataca aquello que considera ajeno a sus intereses.
Intentar llegar a la Realización desde lo personal y separativo siempre te dejará frustrado... esa búsqueda es del ego, que busca para que no halles. Ahonda en consciencia y desvela que la frustración es el ego. Reconocer que uno no se puede iluminar a sí mismo, ni mejorarse desde la idea pequeña de sí, ni mucho menos despertarse a sí mismo dando significado al sueño y al personaje soñado como uno mismo, detiene la justificación del ego y sus proyecciones.
Resumiendo, no dejarse seducir por los lamentos y quejas de la frustración es por tanto vital para acabar de una vez por todas con los angustiosos sueños vanos del ego, y retornar felizmente a la paz y bienaventuranza de la vida plena del espíritu.
KHAAM-EL
Librarse de las ansias personales pacifica el ánimo, curándonos de la frustración (el ego).
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