lunes, 10 de octubre de 2016

EL PERDÓN TRAE UNA NUEVA Y FELIZ VIDA *


   Observa lo que te rodea y lo que piensas con mirada limpia, inocente, sin el lastre de los resentimientos pasados, o el fuego de las pasiones proyectadas. Aunque tu pasado, desde que tienes memoria, sea un calvario y las circunstancias te sacudan como un furioso vendaval en el que el futuro parece un abismo, descubre la dicha y la plenitud que moran en el interior puro, amoroso e infinito de tu ser, ahora; ahondando en lo profundo de tu ama, en lo más recóndito de tu mente, hasta aceptarlo todo, hasta aceptarlos a todos (incluido tú mismo) aunque no sepan lo que hacen por sus sueños egoístas de delirante relación.

   Estar presente en el presente, sea cual sea su esquiva apariencia, para contemplarlo en su intemporal esencia, y despertar de lo ilusorio y penoso... Y no justificar más el sufrimiento, y perdonar al mundo, y a uno mismo, de cualquier injusticia o despropósito completamente, de corazón... de súbito, quietud,  paz, serenidad, silencio... la calma en el ojo de huracán... gloria bendita... un milagro ha sanado tu dolor, revertiendo tu desgracia en bendición, aclarando cualquier confusión, calmando tu agitado ánimo con una inconfundible paz de espíritu, alegrando tus pesares hasta desvanecerlos todos por completo, resucitándote de tu apego a la oscura muerte mediante la inmersión en luz de la vida eterna, derrotando a tu miedo para depositarte valientemente en el Amor... al fin, sin incertedumbres ni desconfianzas, sabrás que todo está bien, que nada estuvo mal salvo en apariencias... harás las paces con la vida, incondicionalmente, y saltarás de alegría cantando y bailando en medio de la tormenta... ahora estás en el mundo sin ser del mundo... pasando por el tiempo sin ser del tiempo... transitando por lugares sin ser de ningún lugar... compartiendo lo esencial, desechando lo pasajero, intrascendente y fútil... permaneciendo feliz con toda el alma y compartiéndola con corazón generoso, aún dentro de la debacle más espantosa.

   El perdón trae una nueva y feliz vida, verdadera, ilimitada, en comunión, trascendente e inmanente a toda forma, eterna, auténticamente espiritual, bienaventurada y colmada hasta rebosar por la paz de Dios. Vivir no es tanto evitar tormentas como aprender a danzar en ellas. Por tanto no aplaces lo inevitable y elige dejar de culpar, para poder perdonar de verdad, sin peros ni justificaciones que valgan. Bailarás libre y feliz en la tormenta, riéndote de tus temores, ignorando tus deseos egoístas, y lleno de Dios sabrás que todo está bien ya, aquí, siempre... que el ahora desposeído de lo posesivo es magnífico, sublime, gozoso, inefable, sat chit ananda, un namasté inacabable, ¡una auténtica pasada!

KHAAM-EL 





Todo está bien cuando no quedan resentimientos... 
sólo hay Amor y Alegría infinita... ¡una pasada!

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