jueves, 6 de octubre de 2016

EN LA GRATITUD SINCERA LO ABSOLUTO APARECE +

   Nada existe más ingrato e injusto que la justificación de los límites percibidos como producto de una imposición ajena a nuestros propios pensamientos. La criatura nunca puede ser más que el Creador y pensar que lo material, en su limitación, se ha creado a sí mismo, y que un yo separado (ego) tiene que vérselas frente a otros que compiten por un común y reducido espacio vital a repartir, no es más que un sueño arrogante del espíritu que lo significa. Medita u ora. ¡Espabila! No te duermas en el deleite de las formas o padecerás terribles pesadillas. Despierta de la desdeñosa indolencia del ego. Meditar verdaderamente es acallar la mente para escuchar Lo Silencioso (Lo Absoluto) y orar de corazón es ponerse a disposición de Lo Silencioso para oír Su Voz. Lo pasivo y lo activo en esencia no son opuestos ni se enfrentan entre sí. Lo Absoluto es más allá de todo nombre o conjetura, Dios y Nirvana son sólo dos maneras diferentes, entre muchas, de nombrar El Mismo Innombrable (Lo Silencioso). Ahonda en consciencia. La oración o meditación, las verdaderas y sinceras, son un humilde acto de gratitud, porque al Absoluto (a Dios, Nirvana, Lo Silencioso, etc.) sólo se le puede agradecer y alabar por habernos salvado desde la eternidad de la Consciencia Una de las egoístas ideas que albergamos de nosotros mismos como cuerpos nacidos para morir en el tiempo, al garantizarnos Él, desde ese Silencio pleno de comunicación incesante, nuestra vida eterna en el espíritu, merced a Su Amor Infinito. Nada puede fallar si le atiendes con confiada esperanza, ya que en medio de los aparentes problemas, Él es la solución que los resuelve por completo en todo lugar, tiempo y circunstancia. Desde ahí, desde esa actitud de agradecimiento hondo, ponte a Su disposición... en meditación honda y abierta... o mediante una oración de pocas palabras -incluso sin ellas- de receptiva atención a Su Voluntad, de completa entrega y servicio... y la felicidad, acompañada de una paz mental más allá de todo entendimiento, colmará tu alma con bendiciones inacabables de certera fortaleza para desempeñar cualquier labor que sea menester realizar.

   Nunca se dirá lo suficiente con que prontitud se debe abandonar el miedo y el apego al ego, ya que todo le irá bien a quien se acoge por entero a Lo Absoluto (Nirvana, Lo Silencioso, Dios, etc.) y acepta, agradeciendo de antemano, Su magnificente y misericordiosa gracia. Nada hay que no provenga del espíritu; por tanto, la solución no está en las cosas del mundo ni en sus políticas o teorías, ni tan siquiera en sus supuestas evoluciones, sino en la desidolatrización de sus transitorias manifestaciones. Somos espíritu y no la carne. No escuches el discurso seductor de la materia que quiere aprisionarte tras ella prometiéndote triunfos que acaban siempre en polvo y olvido. No vendas tu alma a lo separativo o te sentirás roto por dentro y fracasarás en tu atribulado empeño por ser feliz. La mentira quiere venderse a sí misma como un futuro mejor ocultando las tormentas que conlleva. Vive consciente del presente, libre y en paz, día a día, sin fantasías ni terrores personales. No seas desagradecido o perpetuarás infiernos, porque es sólo en la gratitud sincera donde Lo Absoluto (Dios, Nirvana, Lo Silencioso, etc.) aparece. Deja, pues, el pasado en el pasado y no habrá ningún mañana que pueda atormentarte. Simplifica. Sé sencillo. Hay una manera de vivir que no busca beneficio ni trueque sino que comparte y ama, que se alegra del bien del prójimo, y lo alienta a la libertad y la dicha de la vida en el espíritu; sí, con esa agradecida actitud vital, que ilumina el presente llenándolo del perfecto Amor de Dios, la plenitud de Lo Silencioso es vivenciada de nuevo en comunión. Ora, medita, confía, comparte y bendice en paz ahora, aquí, feliz de saber que todos somos uno en Su Amor. Despreocúpate y haz lo que debes desde la simplicidad de una total ausencia de expectativas personales, desde la bienaventurada serenidad Nirvánica que todo lo alienta en esencia. Todo encaja si no se pretende encajarlo de manera particular. Fluye... no hay, ni puede haber, impedimento alguno para la Voluntad Divina; consecuentemente alinearse con ella, de manera natural y sencilla, sin grandes esfuerzos ni necesidad de fórmulas mágicas, traerá milagros a la vida que, inevitablemente, nos dirigen a la consciente consciencia de unicidad con Lo Absoluto.

KHAAM-EL




Cambia la dirección de tu atención... no te quejes ni pelees.
Lo esencial es el espíritu, la materia es efímera ilusión.
Agradece que despertar de un sueño libera de todo lo supuestamente acaecido en él.
Es una revolución de la consciencia 
-no de la materia-, 
lo que nos retorna al Corazón de Dios...
a la Plenitud de Lo Absoluto.

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