sábado, 22 de octubre de 2016

LA HUMILDAD NOS DEVUELVE A DIOS +.

   Apacigua tu mente y tu corazón se reconfortará. No des por sentado nada y mira más allá de tus límites y justificaciones, mucho más allá de tus expectativas e ilusiones. No quieras tener razón en tus razones personales y arrodilla cualquier pensamiento presuntuoso y egoico en lo más profundo de tu alma. Es esa la postura más honrosa... es una postura interna que facilita el perdón (puede adoptarse también externamente si gustas, pero lo sanador es, en todo momento, la honestidad interior, esa actitud humilde que no busca ser vista ni reconocida por los demás). Estar de rodillas en la mente es alegría, ahora; y estar, ahora, de rodillas de todo corazón es paciencia; y estar de rodillas, ahora, con el alma toda es sincera gratitud; y, ahora, estar de rodillas con todo el ser es permitir que Dios nos levante y nos hable para infundirnos confianza y fe inquebrantable en la salvación y el retorno al Cielo.

   Desde esa postura humilde, que rinde lo personal, la oración brota natural, receptiva a Su inequívoca Respuesta... '¡Oh, Dios! No se haga mi voluntad sino la Tuya'. 
   
   Ahora, aquí, estar de rodillas con devoción sentida, es aceptar la sensación de desamparo que acongoja el corazón y confiar totalmente en el Amor de Dios alzando nuestra mirada hacia Él. Sí, sólo la humildad nos devuelve al corazón de Dios. Ten fe en lo inefable y vivirás milagros que te acercarán hasta Él.

   No te engrías y ora con fervor... '¡Oh, Papi! Santo de los santos, en tus manos encomiendo mi espíritu; Y, ahora, Tú me levantas de la cruz de mis propios errores, pues admito que con mis propias fuerzas no me es posible, más siguiendo tu guía infalible la vida sí será un camino jubiloso, y lleno de esperanza, al estar al servicio de Tu perfecto Amor, porque mi mente y mi corazón se inclinan ante la Verdad y la Vida Eterna que traes... estando aquí, ahora, en el mundo, siempre de rodillas en mi alma para morir al orgullo, para morir a la vergüenza, para morir a la comparación, para morir a la desconfianza, para morir a lo que hiere, muere y mata, y poder, así, vivir sin posibilidad de muerte... viviendo en el espíritu sin apegarme a la carne; pues, estar totalmente de rodillas, es morir a lo ilusorio para vivir de verdad en la realidad infinita de la plenitud del Ser, deshabitando lo desolado, reconfortando todo suplicio y sufrimiento para siempre, pacificando cualquier posible conflicto en su mismísima raíz, salvando lo que se creía perdido, y perdonando todo lo que se sentía culpable y, consecuentemente, culpabilizaba'. 

   Estar de rodillas con todo el ser, con absoluta franqueza, unificando corazón y mente en una misma postura y una misma actitud humilde, es reconocer el error para poder permitir su completa corrección, aceptando de nuevo a Dios con todo el alma en nuestras vidas, y volver al Cielo que somos.    Gracias y bendiciones.

KHAAM-EL




Acepta la vida, tal y como ahora se presenta ante ti, compartiéndola con Amor;
sin querer hacer más para resaltar, ni tampoco menos para no esforzarse...
confiando, fluyendo en paz por la corriente,
pues todo retorna finalmente al mar.
La vida es de Dios y a Él vuelve para ser vivida en plenitud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario