martes, 15 de noviembre de 2016

NO QUIERAS QUERER CÓMO QUERER Y QUERRÁS LO QUE SIEMPRE ES *

  Disfruta de lo sencillo. Cuanto más consciente estés a la totalidad del ahora más claro y sublime será el silencio interior del que emerjerá tu expresión. Te levantarás por la mañana feliz de poder servir a la propagación de la paz de espíritu y su bendición inefable. Olerás el aroma a café recién hecho y será uno contigo, e inspirará el comienzo de una nueva y gratificante jornada entregada al Amor. Saldrás a la calle, respirarás el aire con profundo agradecimineto y el trino despreocupado de los pájaros será tu propio canto. Caminarás sin apuros ni personales expectativas al encuentro con lo cotidiano. Contemplarás la sobriedad de los árboles en otoño (o su primaveral y frondoso verdor intenso si estás en el hemisferio sur) y su quietud iluminará tu mirada, invitándote a la descansada confianza en que hoy será un día de íntimo gozo en Dios y Su Bondad. En Él sabes que todo aquello que necesites para el bien mayor, para la consumación del recuerdo íntegro de la unicidad en el espíritu de todos los Hijos de Dios, sin duda se te dará; y no habrá obstáculo, por terrible que sea su apariencia u hostil que semeje el contratiempo, que pueda contrariarte, pues compartir Amor es ser plenitud de vida.

   No quieras acallar la voz del ego con el ego. Contempla tu mente agitada en paz y lo silencioso se hará patente sin esfuerzo. Quédate ahí, ecuánime en medio de la tormenta... finalmente, siempre llega la calma. Cuanto más te establezcas en ese silencio interior, contemplativo de lo agitador y parloteante, mayor será la indescriptible bienaventuranza de vivenciar como mengua la sensación de estar limitado en el tiempo/espacio y como, en cambio, se acrecienta la inmensa espaciosidad de lo eterno, esa inefable atemporalidad de lo indiviso.

    Siempre hoy es un buen día, perfecto para desplegar la acción desprovista de temor, este en el que ahora vives, sin duda te ofrece la posibilidad de detener todo lo detenible y quedarte imparable en Todo Lo Que Es. Sonríele a las sonrisas y a las lágimas, a la furia y al abatimiento, a lo hermoso y a lo horrible... Cántale a la vida y la vida te cantará a ti. Bendice el silencio interior de una mente en paz porque es música celestial, y las palabras dichas por decir, vacías de significado, no te distraerán nunca más. No combatas por alcanzar lo inalcanzable o por querer asir lo ilimitado sin haber soltado antes todo apego a los límites. pues sostener lo contradictorio hace que la sabiduría del alma parezca esquiva. No hay pensamientos que puedan con una mente en paz y un corazón rebosante de Amor por contrapuestos que asomen, simplemente no sigas el discurso conceptual de ninguno de ellos... déjalos pasar como si de olas en el mar se tratase, o como se ven cambiar las nubes en el cielo hasta difuminarse. Todo precisamente aquí, exactamente ahora, se está comunicando contigo desde lo esencial. Permanece, por tanto, en lo esencial y comprenderás que no hay realmente nada que  se tenga que comprender; porque la Comprensión es sin palabras, sin diferencias, sin aprendizajes arduos o lejanas búsquedas, sin ritos específicos ni mitos idealizados. Pura simplicidad: la Comprensión es la luz del ahora en toda su infinita amplitud, la certeza de ser sin aditamentos ni pérdidas, la alegría de ser sin transitoriedades ni penurias, la bienaventuranza absoluta de ser, Ser.

   No quieras querer como querer y querrás, de inmediato, lo que siempre Es en plenitud. Sencillo, nada complicado: no quieras ni intentes comprender la Comprensión, tú ya eres Ella.

KHAAM-EL




Hay una Luz muy profunda en tu alma 
que refulge más que todas titilantes las luces del mundo.
No te distraigas con lo externo, ni quieras querer como tenerla...
ya eres esa Luz ahora.

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