viernes, 18 de noviembre de 2016

RETORNO AL AMOR DE DIOS


   La alegría de ser, la alegría de vivir plenamente, nada tiene que ver con la alegría resultante de hacer esto o lo otro. Es justamente lo contrario, no puede definirse por lo que sucede ni se logra sino que, esa poderosa alegría de vivir, proviene del espíritu; fuente inagotable de bienaventuranza, trascendiendo dolores, penas, vergüenzas, preocupaciones, cóleras..., deshaciendo cualquier límite establecido por una historia particular. Pues, toda historia particular, sólo forma parte de un sueño en el que se representa la combinación de todas las ideas que cada cual tiene de sí y del mundo. Medita bien esta evidencia. ¿Qué esperabas de un sueño de separación y egoísmo que no fuera la replicación insidiosa de la frustración provocada por la separación? Todo aquello en lo que proyectabas futuras alegrías acababa por derrumbarse o no daba todo lo que se esperaba de ello... los que se casaron no encontraron en el matrimonio toda la dicha que esperaban, pero los que no se casaron tampoco hallaron en la supuesta libertad de la soltería esa dicha que anhelaban. Y así con cualquier plan personal de vida que pueda imaginarse; todos los planes, por diferentes que parezcan, traen el mismo resultado de fracaso. Nada permanece en la forma para siempre por hermoso que se muestre. El despertar de la ilusión del tiempo/espacio ocurre volviendo al origen de ese sueño; es decir, regresar a la idea imaginaria que cada uno ha forjado de sí, dar un paso atrás en consciencia, y permitir que el Amor nos devuelva de nuevo a la plenitud de Dios, a la bendita Unicidad de la vida eterna en el Espíritu.

   No fabriques más sueños yendo tras futuras alegrías empujado por tristezas pasadas y serás libre ahora, en el presente. Ora de corazón y espera la Guía de lo Divino. Al que pide con sinceridad se le da con sinceridad; al que llama sin miedo se le abre con Amor; al que de veras busca, encuentra la verdad que le hace libre de lo personal y mortal. Dirígete, sin más dilación, al Santo Espíritu que Dios te da de la siguiente manera, libre y voluntariamente por supuesto, si así lo sientes en lo más profundo del alma: 
   -No sé cómo se llega a Dios, pero por favor ayúdame a dar el verdadero paso atrás definitivo, ese que confía, lleno de fe viva, en hacerse a un lado para ser guiado en lugar de planificar personalmente qué senda seguir, para que la única dirección que ahora tome sea la que me devuelve de nuevo al perfecto Amor de Dios, desde donde veré a mi prójimo en esencia impecable y a mí mism@ también, porque en Dios todos somos uno. 
   Ésto es lo que te pido hoy, Santo Espíritu, porque, en la oración/meditación que te entrego, me rindo ante la Verdad y el Amor que Dios Es. Y espero en silencio Tu Respuesta infalible. Da por mí ese definitivo paso atrás para que los siguientes pasos que dé ya no sean en pos de ilusiones y sueños vanos de mí y de los demás, sino que vayan por el camino del Despertar, el de la vuelta al Cielo; el camino de la alegría de ser Tu Hijo, el del perdón y la paz; el camino del Amor infinito.   Amén.

KHAAM-EL





Permite que todo te refleje el Amor de Dios y tú mism@ serás Su reflejo.
Y como Dios, en Su infinito Amor, no tiene opuesto serás uno con/en Su Creación.
'No dos' triunfa, siempre ahora, ante el sueño de lo separado.
¡Bendiciones! 
Sé feliz y vive confiado en la ilimitada paz de Dios.

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