jueves, 2 de marzo de 2017

LA PRISA DEL ALMA ES LA DETENCIÓN DEL EGO *


"Conté mis años y descubrí que
tengo menos tiempo para vivir
de aquí en adelante, que el que
viví hasta ahora...

Me siento como aquel niño
que ganó un paquete de dulces:
los primeros los comió
con agrado, pero, cuando
percibió que quedaban pocos,
comenzó a saborearlos profundamente.

Ya no tengo tiempo para 
reuniones interminables
donde se discuten estatutos,
normas, procedimientos y
reglamentos internos,
sabiendo que no se va a lograr 
nada.

Ya no tengo tiempo para
soportar a personas absurdas
que, a pesar de su edad
cronológica, no han crecido.

Mi tiempo es escaso como
para discutir títulos.

Quiero la esencia, mi alma
tiene prisa...

Sin muchos dulces en el paquete...

Quiero vivir al lado de gente
humana muy humana.

Que sepa reír, de sus errores.

Que no se envanezca, con sus
triunfos.

Que no huya de sus responsabilidades.

Que defienda, la dignidad humana
y que desee tan sólo andar del
lado de la verdad y la honradez.

Lo esencial es lo que hace que
la vida valga la pena.

Quiero rodearme de gente, que
sepa tocar el corazón de las
personas...

Gente a quien los golpes duros
de la vida, le enseñó a crecer
con toques suaves en el alma.

Sí... tengo prisa... por vivir con
la intensidad que sólo la
madurez puede dar.

Pretendo no desperdiciar parte
alguna de los dulces que me quedan.

Estoy seguro que serán más exquisitos
que los que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final
satisfecho y en paz con mis
seres queridos y con mi conciencia.

Tenemos dos vidas y la
segunda comienza cuando te
das cuenta que sólo tienes una.


' Mi alma tiene prisa' 
Poema de Mario de Andrade.
Poeta modernista brasileño (18936-1945).

* * * * *

   La prisa del alma es la detención del ego. La madurez de espíritu acaba con los sueños vanos de un infantilismo pertinaz. Todo pasa en el tiempo, y sólo aquello que se haya realizado con Amor perdurará más allá de las apariencias y futilidades de lo personal. El camino vital, para que sea auténtico Camino de Bendición, debe caminarse con conciencia y bondad, con honestidad y constancia, compartiendo lo esencial con quiera compartirlo y dejando atrás a todos aquellos que sólo buscan su propio interés y perspectiva exclusiva. Porque, sí o sí, madurar es tomar consciencia de que sólo lo que da fruto abundante, jugoso y saludable, puede servir de alimento... que o el Amor incluye a todos o no es Amor; que la paz o se encuentra primero en el interior o nunca podrá haberla; que los logros mundanos si se atesoran o persiguen se convierten en pesados fardos que nos lastran; que la Verdad es una y no una mera corriente de pensamiento que entrechoca contra otras diferentes; que lo sencillo siempre satisface más que lo aparatoso y complejo; que ser de veras, nada tiene que ver con aparentar; que lo esencial en el tiempo es lo que dota al tiempo de sentido, al ofrecernos sin cicatería, en el presente, atisbos de lo intemporal; que la vida es una y ha de vivirse en plenitud, y para nada malgastarla repartiéndola en diversas facetas que atender de distintos modos; que el espíritu al ser eterno es real y la carne, en su transitoriedad, sueño.

   No dilapides el tiempo que te resta alimentando un ego que, en su voracidad insaciable, siempre te deja hambriento... llénalo, para no vaciarse nunca más, con la simplicidad y la indescriptible alegría de un ahora en paz y sin ansias personales. Ten sólo prisa del alma y tendrás en el presente la paciencia infinita que frena de inmediato todo aquello que no provenga de la esencialidad más pura, deteniendo la ávida proyección temporal que se apuraba por acelerar la vana obtención de los egoicos anhelos. Y ten por seguro, amig@, que todo te irá bien en tu camino de vuelta a la Vida Indivisa... Recuerda: sólo hay Una... y es para todos bendición universal... es en el espíritu... en lo lleno de Amor y Eternidad... en la Infinitud del Ser.

KHAAM-EL



No te quedes tras los muros del ego y retorna al Amor.
Detén el frenesí de lo personal y vuela libre en tu alma...
encuentra lo infinito en la pureza íntima del Espíritu.
El Amor es universal y abraza al cosmos entero... 
y lo bendice desde Su impecabilidad, 
trascendiéndolo y trasformándolo en Luz Eterna.




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