Adjunto tras este escrito el audio de una charla en la que profundizo en lo esencial de retornar a lo esencial para estar de verdad avanzando en la dirección correcta que nos lleve a un vivir en plenitud.
Sólo busca perfumarse lo que huele mal, una fragante flor no necesita perfumarse porque ella misma ya es perfume; de igual forma, y siguiendo el hilo de este símil, el mundo se perfuma porque huele mal. Es decir, disimula y aparenta porque pretende esconder sus mezquinas motivaciones egoístas ocultándolas tras los deseos que justifican el miedo. Sé congruente; no pretendas que te gusta lo que en el fondo te disgusta y en la honestidad hallarás una eficaz acción de desbroce que te librará de lo que ciertamente te estorba, agobia e inflige dolor. Luego, intentar avanzar por la senda del disimulo y la hipocresía no es vanguardia de ningún cambio o transformación verdaderamente benéfica. Es sólo retornando al origen, a lo esencial y puro del espíritu que nos alienta, como podemos ser punta de lanza para la transformación de un mundo cansado, agobiado, desnortado, perdido y encolerizado, en uno que sea fiel reflejo de la pureza esencial del Ser.
No hay caminos para lo esencial; lo esencial es el camino. Por lo tanto, únicamente avanza en la dirección correcta quien vive desde la consciencia consciente que no divaga con egoístas ensueños de divisora relación. Sólo cambia el mundo quien se cambia a sí mismo, quien pasa de lo ilusorio a lo real, de lo falso a lo veraz, de lo transitorio a lo definitivo, de lo formal a lo esencial, del miedo al amor, de lo conflictivo a lo pacífico, de lo mortal a lo espiritual. Esto es vanguardia que devuelve la plenitud de ser a lo que imaginó perderla; el resto, estúpida vanidad de disimulado autoengaño.
KHAAM-EL
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