viernes, 16 de junio de 2017

LA FE VIVA UNE *


  Acercarse a lo que distancia buscando unión es una contradicción revestida de particular coherencia. Más la coherencia, para ser auténtica coherencia, ha de trascender lo particular y abarcar la totalidad. Parecer no tiene realmente nada que ver con ser y aparentar que se une no es sino separar de manera enmascarada. Rehuye de todo fingimiento: nada hay más penoso que autoengañarse queriendo engañar a otros con la consecución de algo no alcanzado. Repudia, pues, todo pensamiento de éxito o reconocimiento personal: nunca podrá dar nada real, satisfactorio y duradero. Ahonda en la fe viva que mana grácil e inagotable en el presente desprendido de lo egoico. Despídete de tus dioses de barro y de tus supuestas verdades personales para que el Dios Uno y eterno, en la indivisa Verdad de Su Ser, te muestre en lo más hondo de tu alma la plenitud que eres junto con todos en esencia y eternidad. Comprende que no hay nada más doloroso que fraccionarse en pos de deseos supuestamente benéficos que finalmente tiranizan al que los persigue, encerrándolo en una cárcel de carne y huesos donde esperar la cruel sentencia de muerte. No sucumbas a las proyecciones del miedo que ilusionan para después desilusionar; despierta de su embrujo y no signifiques los resentimientos, las desesperaciones y las penas como motores de tus acciones. Ábrete a lo inefable. No te identifiques con el cuerpo y sus limitaciones. Confía en el espíritu. Permanece en el Amor, no temas, y la oscuridad tornará en luz... Sé fiel a la Divina Unicidad y Su misericordia infinita bendecirá cada día de tu vida en este mundo con la paz de espíritu.

  Rendir la arrogancia de lo personal, arrodillándose con inocencia y reverencia ante lo Divino, santo e incognosible, ante Dios y Su Amor, ilumina al alma con el brillo de lo eterno. Vivir con fe viva llena el corazón de gozo. No hay mayor contento que ser agradecido con lo que la providencia nos depara para serle útil al plan Divino allá adonde éste nos lleve.

  Entregar la soberbia de lo egoico, inclinándose con fe y paciencia ante lo sublime, bendito e inasible, ante Dios y Su Plenitud, redime al alma de su sueño de angustia, desesperación y muerte. Vivir con fe viva calma la mente. No hay mayor sosiego que aceptar este instante en su completud y extender en todas sus aparentes facetas la unicidad esencial que lo sustancia.

  Vive con esperanza y comparte la alegría de compartir. medita con serena actitud, ora con espíritu fraterno, mantente firme en la confianza de saberte guiado por la luz de Dios sí así se lo pides, responde siempre desde el Amor infinito y su no juicio, sé presencia presente siempre dispuesta a compartirse sin medida... Y, semejante fe, palpitante de vida, de vida plena y eterna, en su sincera e inocente expresión colmará tu alma de bendiciones ilimitadas para repartir allí donde de veras se precisen, para que quien se creía separado y desconsolado (tu prójimo que es uno contigo y con todos) vuelva a sentir la bienaventuranza de su inseparable unicidad con lo Divino.

KHAAM-EL





Recuerda: "el que pide recibe."
Pide Fe Viva y en ella vivirás por siempre.
Sal de tu apego a lo separado
y vive en el milagro del Amor...
Dios es no dos.
La separación es un sueño infernal 
que en Su Plenitud ya ha sido perdonado.
Únete a lo esencial...
No te demores con lo transitorio;
perdona de corazón, comparte sin temor
 y retorna a la Bienaventuranza de Ser uno en/con La Divina Unicidad.

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