domingo, 11 de junio de 2017

NO TE CREAS LAS ILUSIONES Y COMPRENDERÁS *

   Lo que no tiene significado por mucho que se le busque jamás lo tendrá. Es inexplicable que lo incongruente pretenda pasar por consistente y veraz. No tiene sentido buscarle sentido al sinsentido. Razonamientos parciales conllevan quebradizos entendimientos de voluble coherencia; fabricantes, éstos, de usos y costumbres que van y vienen como las mareas en el mar. El ansia y la pretensión recurren a escoger y variar entre lo pasajero para acabar encontrándose finalmente en el punto de partida. Más sólo es recurrente lo cíclico, y, por su propia condición, nunca traerá nada nuevo y liberador sino que repetirá, una y otra vez, las mismas paradojas. ¡Despierta! Acepta el misterio y no te pelees con él... entonces, algo se ilumina mostrando que no hay algos, que el perceptor y lo percibido no están separados. Ser es ser y no surgir para desaparecer. Lo que retorna no puede encontrar una salida contraria a la entrada. El polvo vuelve al polvo, las cenizas a las cenizas, el espíritu al espíritu. No te aferres a lo pasajero. Una moda es una fachada disimulando un edificio en ruinas, un pasado reformulado pero con los viejos cimientos de antaño. Construir ruinas, por hermosas que superficialmente parezcan, jamás será muestra de verdadera renovación. Los deseos -que siempre esconden carencias tras sus promesas de bienestar- no pueden dar jamás verdadera dicha, pues obtener carencias aumenta, sin remedio, la sensación de carencia. No intentes entender un delirio o una obsesión, porque en sus contrapuestas justificaciones radica su demencia y, la locura, nunca puede ser ciertamente razonable. La naturaleza, en su misterio, te enseña simplicidad si la sabes mirar; para, así, trascenderla y reemprender, con gozo inenarrable, el vuelo ilimitado del Espíritu... sólo te llevas contigo el Amor compartido en libertad, el resto siempre queda atrás.

   No te creas las ilusiones y comprenderás. Sencillamente, permite que la fragancia del Espíritu devuelva todo a la luz. Confía en la mirada despierta de lo sutil, de lo sustancial y eterno. No te resistas al esplendor del Amor. Abandónate y déjate guiar por Su brillante perfume de llenura bendita. Deja que salga al claror toda esa oscura barahúnda de pensamientos contradictorios que tomabas por tuyos. Contémplalos sin disimulo ni dilación, no los discrimines por tu cuenta; contémplalos con inocencia y distancia, con compasiva quietud mental, no esquives ninguno. Comprende que no se trata de excusarlos o atacarlos... simplemente no te creas aquéllos que valoras, más tampoco des crédito ni te avergüences de otros que menosprecias u odias. Inclúyelos todos en tu serena contemplación. Sin juzgarlos, date cuenta de su pretenciosa insignificancia, de su mal disimulada pretensión divisora que intenta ensalzar la importancia personal, incluso revistiéndose de una humildad vana y teatral. Ríete de semejante tragicomedia de egoica factura y experimenta la bienaventuranza de desprenderte de lo que nunca existió aunque parecía muy real (el ego). Ríete de la tentación de las lágrimas y de la atracción del sufrimiento como justificantes de un yo, pequeño y separado de la plenitud, con ínfulas de grandiosidad. Ríete del tiempo y de la muerte. ¡Oh! ¡Tú Hijo de la eternidad! Ríete de tus ilusorios futuros encastillados en las nubes y dejarás de sentirte atrapado en un presente aplastado por un pasado de imaginario y doloroso juicio. Quédate en paz y sé feliz, ahora... ¡Despierta! ¡Usa la mirada del espíritu y sé libre! ¡Recuerda el Amor! No hay vicisitud que, Él, no solvente para devolverte al corazón de Dios.

KHAAM-EL



Las ilusiones no son nada nuevo aunque aparezcan como tal;
no te las tomes en serio y comprenderás...
El mundo en su variabilidad 
a veces se muestra benigno y otras sacude con fuerza.
Mira más allá de las apariencias...
Las vicisitudes y contrariedades de la vida son un misterio
que gracias al milagro del Amor trasforman los llantos en dicha,
la oscuridad en luz, la soledad en comunión, la angustia en esperanza 
y la muerte en vida eterna.

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