jueves, 11 de enero de 2018

EN PLENITUD

"Y a partir de ahora vive libre.
Has llegado al final de tu pensamiento
y lo has perdonado.

Ya no limitas ni te limitas.

Por fin recuerdas tu nombre eterno
y todo traspira eternidad."

                                        Khaam- El


   Por la gracia fui liberado del apego a la idea de mí... Plenitud... una vivencia incuestionable que deshizo toda perspectiva limitada de mí mismo y del mundo. Desde entonces la plenitud esencial que se desborda imparable ha ido ocupando hasta el más cotidiano de los quehaceres. Todo es visto en la luz pura del espíritu. Es reconocido, por la experiencia viva, que no hay perfiles que puedan delimitar realmente donde acaba algo y empieza otra cosa. En lo esencial todo es, ya sin duda, 'no dos'. La Idea Una le expresa a las ideas, que creen ser diferentes de Ella, que no son diferentes, salvo en ilusiones de fragmentada percepción. Esa es la labor que se despliega en el fluir de los días que tengo concedidos aquí, permitir que la Idea Una plenifique lo que imagina estar dividido, siendo un simple instrumento que deja que se exprese a su través la bendita expresión de lo Inexpresable, lo Divino, lo Eterno, Inefable y Magnificente, para que todo retorne al conocimiento vivencial de la plenitud. 

   A continuación transcribo un breve extracto del libro 'En Plenitud', que escribí hace unos años y que te comparto en el día de hoy, agradecido por tu determinación en favor de la Verdad que nos hace libres y plenos:

   'Te repito lo irrepetible para que deshagas lo que se encuentra deshecho. Las palabras tienen una Fuente. bebe directamente de esa Fuente e ignora las palabras.
   Sé benevolente contigo mismo y desconfía de cualquier concepto nacido de tu memoria. hay un saber allende cualquier idea... no te creas nada, y escucha la expresión desnuda de lo silencioso.

   Transcribo las palabras para que las uses hasta soltarlas. palabras borrando palabras... un sueño que sueña su despertar.

   El mundo tiene un principio y un fin. Tú mismo, tienes un principio y un fin. todo lo percibido y pensado tiene, sin duda, un fin. Nada que empieza y acaba puede llamarse real, puesto que no fue ni será. Evidentemente, desde estos parámetros, todos es -incluido tú mismo- falso. Sin embargo tú sabes que eres, entonces lo que debe ser erróneo es el pensamiento fragmentario del ego y la percepción en la que basas todo tu discurso y sus diversas definiciones.

  Recuerda tu nombre más allá de los nombres, tu nombre santo y relega al olvido todo nombre que pretenda darle sentido a las desconfiadas diferencias. Tú posees un nombre que te une con tu Creador y con toda Su creación... y tú, ciertamente, lo sabes allende cualquier aparente saber... Ahonda... Medita... Despierta.

  (...) Simplifica. simplificar es vencer. Recuerda: la verdadera victoria no vence, pues jamás cae derrotado aquel que nada pretende. Pretender algo es superfluo. El mundo siempre va en pos de algo; por tanto, sabes que el mundo y su trasiego es superfluo.

   No hay historias que necesiten un desenlace, pues ya no le otorgas valor a un pasado que deviene hacia un futuro. ahora escuchas a lo 'Eterno' llamarte 'Hijo Mío'. Su Palabra acalla todas las palabras al unificarlas en un mismo mensaje lleno de amor.

   Sólo hay Dios. Te repito... habla sin miedo, y será Él el que con tu propia voz se expresará.
   Tus palabras son Dios cuando no te avergüenzas de ti. Avergonzarte de ti, es avergonzarte de Él... y avergonzarte de Él es avergonzarte de todo.
   Procura que tus palabras sean Su Palabra y te unirás a Su Voluntad. La Voluntad de ser plenamente feliz junto a toda Su creación.

   Este mundo no es obra de Dios sino una imaginaria cáscara que con absurda arrogancia pretende ocultarLo, para fabricar un aparatoso lugar carente de significado. Mujeres y hombres descubren su núcleo cuando rompen la cáscara en la que se escondían. Confía. No te protejas, y sentirás tu invulnerable plenitud; pues tan sólo lo invulnerable puede ser pleno.

   Reitero... No te escondas más del Amor y recordarás tu santidad.

   Quédate muy quedo y silente... atiende a tu interior. Escucha, en lo profundo, esa sutil melodía que te revela la unicidad de toda la Creación. Traspasando las palabras (ya sean oídas, o escritas como éstas) hay un ritmo sutil, una vibrante energía, que te invita al recuerdo de tu pureza esencial y de la pureza esencial del prójimo.

   Atiende: Nada real se encuentra en peligro. nada real es inseguro o inestable... y tú, sin duda, eres real.

   Te traigo este mensaje. Soy un simple mensajero, portador del bienaventurado mensaje de la plenitud. Recordándote a ti, y a todos, que Hijo eres (somos) desde siempre y para siempre de la Bendición Infinita.

   Eres digno de la Plenitud... vive, pues, en Ella.

   Bendiciones.'

KHAAM-EL




Ábrete sin demora a la Plenitud
y sé como una hermosa música que todo lo llena 
sin ocupar ningún lugar en especial...
siendo ahora sin límites...
siendo aquí sin concreciones personales...
puro SER.

Namasté.



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