lunes, 26 de febrero de 2018

AHONDANDO ACERCA DEL PASADO Y EL FUTURO


Todo lo que se exprese acerca de algo o alguien, aunque se trate de un supuesto futuro, es una memoria, pues sólo puede proyectarse una reconfiguración de lo experimentado. Pensar que, por alguna visión o cálculo llamémoslo x, conocemos el futuro ahora, es, si reflexionamos un poco, un recuerdo pasado anticipando sucesos. Por ejemplo, ahora mismo lo que escribo para expresar la plenitud del Ahora, que trasciende pasado y futuro, es la combinación de memorias que articulan palabras aprendidas y reconocidas. Por lo tanto todo lo que percibimos es simbólico, y las palabras que empleamos para definirlo: símbolos de símbolos; por eso cuando miramos una silla, a través de la ventana, o nuestra propia mano, sólo vemos el pasado, que -al igual que el futuro que es una repetición proyectada del pasado en nuestra mente- no está aquí y ahora. Simple: somos presente imaginando cambios (los cuerpos y sus tiempos) que fabrican la opresiva sensación formal/temporal de estar limitados... por eso la Enseñanza Esencial nos dice que usemos las palabras para ir más allá de ellas... La meditación o la oración son facilitadoras para el desapego al ego y sus ilusiones, no las convirtamos en un fin en sí mismas, son un medio, una herramienta nada más... Y, una vez desidentificados totalmente del ego, la experiencia viva, inmediata, directa, de la plenitud del Ser... Wuuuaaaauuuu... sin palabras... sat chit ananda... completo perdón... esencialidad... despertar... luz... amor... verdad... Dios.

KHAAM-EL




El futuro no es más que una sensación egótica,
una alucinación de las memorias personales
ancladas en un supuesto pasado,
distorsionando el presente con meras suposiciones.





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