domingo, 18 de febrero de 2018

ETERNIDAD E INFINITO

  Únicamente puede anhelarse aquello que se conoce... luego la íntima aspiración a lo eterno, que en medio de lo transitorio en nosotros con fuerza palpita, nos indica que albergamos reminiscencias de lo intemporal en lo más hondo del alma. Por eso hemos de abandonar todo intento de buscar conseguir lo inefable desde lo egoico, no justificando ni por un segundo más nuestro aspecto personal y pasajero, que en constante agitación en el tiempo se debate, como si fuese el aspecto verdaderamente importante; e ir a la sencilla quietud de una consciencia en paz, ahora. Sencillo y obvio: la eternidad no se alcanza en el tiempo, sino que es ella la que lo trasciende en un presente libre de juicios personales.

   Profundiza... Recapacita... Medita... La eternidad no es un tiempo infinito, ni el infinito son formas inacabables. Ahonda... Indaga en lo esencial... las nubes son un aspecto transitorio del cielo mismo y cuando, al igual que surgieron, desaparezcan, seguirá siendo ese mismo cielo que nunca dejó de ser ni cuando, por un tiempo en el tiempo, pareció manifestarse en unas nubes determinadas... Igualmente, al compás del viento de la Providencia, como si de una bella música se tratase, nuestras vidas en el mundo, como las nubes, van transitando en la paz infinita, con las armoniosas notas de la aceptación y el Amor, por el sutil e ingrave Camino que conduce de nuevo, aquí y ahora, a la Plenitud.

KHAAM-EL




Nada hay más lejano que el tiempo y sus frágiles formas
agitándose en pos de un personal y esquivo reposo,
ni nada más próximo que la eterna infinitud del SER.






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