miércoles, 4 de abril de 2018

TIENES QUE ELEGIR


"A veces tendrás que elegir entre molinos de viento,
entre sangre y arena, entre carne deteriorada por el tiempo,
o saber quién eres y dónde te encuentras.

A veces querrás demoler las construcciones del sacrificio
y obrar más allá del obtener o no un beneficio.

A veces te quitas la ropa creyéndote desnudo y libre.
No es suficiente desnudar el cuerpo... ¡Desnuda el alma!
Tendrás que rascar la tierra húmeda,
arrancar los yerbajos secos.
Sabrás trabajar a pecho ardiente
esa tierra para que brote fértil la simiente.

A veces tendrás que elegir ver con candil
o ver con la intensidad del sol del mediodía.

A veces te devorará la rabia de los perros salvajes
a medida que te adentras 
en el bosque sombrío de la ceguera.
¿Adónde crees que vas?
Sal del terreno abrupto y busca la segura senda
con tesón, alegría y paciencia...
tras la fría y larga noche siempre amanece...

Vienen a tu encuentro, al alba, gavilanes y palomas
que no temen a los terremotos 
ni a la furiosa erupción de los volcanes...
nada hay ahí abajo que su vuelo amenace.

Ahora lo sabes... siempre eliges entre el Cielo o el infierno.

                                                                            Teresa Carvajal Tarín

* * * * *

   Todos los sucesos que acaecen en tu cotidiano vivir son, si miras con ecuánime atención, inmejorables oportunidades para discernir lo que has de realizar. Si escoges la dirección de las memorias personales, que en su desconfianza todo lo juzgan desde una perspectiva externalizante, te precipitarás hacia el abismo, combatiendo con tu prójimo por efímeros logros particulares; más, si ahondas en consciencia de dónde provienen tus decisiones y atraviesas esa perspectiva externalizante del ego, descubrirás que tras esos pensamientos yermos, sombríos y recelosos que te arrastran por un mundo que parece un infierno, se encuentran las alas del Espíritu, tu auténtica naturaleza junto con la de tu prójimo, y te alzarás por encima de las contradicciones, desesperos, angustias y miedos; compartirás sin restricciones, no pelearás nunca más, e irás -al fin- más allá de las opresivas murallas de los personales deseos, para fundirte con el Amor, el júbilo y la plenitud de lo santo... remontando así, con seguridad y constancia, al Cielo... según lo eliges en todo momento y evento por adverso que éste asome.

KHAAM-EL



Sólo eligiendo sin condiciones el Amor
vivencias la plenitud del Ser,
la indisoluble unicidad del Espíritu...
Todos siendo uno tras las efímeras apariencias.






No hay comentarios:

Publicar un comentario