lunes, 2 de abril de 2018

VANAS CREENCIAS

   Es imprescindible aquí y ahora, y nunca dejarlo para un después que invariablemente se pospone, el completo abandono del apego a las propias creencias y profundizar en la realidad de las cosas hasta alcanzar su común esencia, para poder salir, sin más demoras inútiles, del letargo y la ignorancia de las opiniones y juicios particulares tomados por ciertos. No te engrías en tus pensamientos. Estate muy atento a no sucumbir a la tentación de la distracción justificadora de sí que enfrenta con el otro, defendiéndose contraatacando sus supuestas imperdonables afrentas.

   Medita... 
   Si crees que lo personal es lo primordial, estás distraído.
   Si crees que algo o alguien fuera de ti puede hacerte feliz o infeliz, sueñas.
   Si crees que las diferencias significan algo, duermes.
   Si crees que la separación entre tú y el resto del mundo tiene realmente consistencia, ignoras.
   Si crees que Dios es un concepto ajeno que hay que alcanzar o despreciar, estás distraído.
   Si crees que estás limitado por tu cuerpo y por tu personalidad, sueñas.
   Si crees que puedes sufrir o gozar, nacer y morir, perder o ganar, pensando que la realidad tiene un principio y un final, duermes.
   Si crees porque otros creen, ignoras,
   Si crees que el miedo tiene algo sustancialmente valioso, estás distraído.
   Si crees que puedes cambiar lo sustancial, mejorando o empeorando lo transitorio en función de tu propia perspectiva personal, sueñas.
   Si crees en soluciones parciales, en treguas y recomposiciones, en batallas, conquistas y triunfos, duermes.
   Si crees que la salvación o la perdición te sucede aparte de aquello que consideras externo, ignoras.
   Si creen en un futuro diferente manteniendo tus actitudes y juicios de siempre, estás distraído.
  Si crees que el vaivén del mundo puede traerte algo genuinamente novedoso, esencial y de veras convincente, sueñas.
   Si crees que la posibilidad de poseer o perder algo es significativa, duermes.
   Si crees que el sacrificio te puede ser de ayuda para obtener algo personal, ignoras.
   Si crees que sólo con las palabras o demás símbolos te comunicas, estás distraído.
   Si crees que tus planes, tus juicios y tus deseos te orientan en el mundo para alcanzar satisfacción y dicha, sueñas.
   Si crees que lo efímero tiene algo valioso y vas tras ello, duermes.
   Si crees que estás sujeto al espacio/tiempo, y que la suma de circunstancias que vives te avasallan e intimidan, ignoras.
   Si crees por no indagar en lo sustancial, estás distraído.
   Si crees que la evasión y la distracción te pueden alegrar continuamente, sueñas.
   Si crees sin experimentar indubitablemente aquello en lo que crees, duermes.
   Si crees en fantasías e imaginaciones como calmantes sustitutos de tu oculta y justificada desazón, ignoras.
   Si crees que el amor es tan sólo el roce de los cuerpos o la mera satisfacción de intereses comunes, estás distraído.
   Si crees que honores, posición, poder, fama o riqueza, pueden hacerte libre y pleno, sueñas.
   Si crees que eres un cuerpo y los pensamientos asociados a él, duermes.
   Si crees que puede haber diferentes verdades o niveles de realidad que se contraponen unos a otros, y que la separación perceptiva tiene significado, sin duda, ignoras.

   ¡Despierta!... ¡¡Despierta!!

   ¡¡¡Despierta!!!

   Sí, amigo/a, despierta ahora. No te amodorres con ilusiones y sueños que nada tienen que ver con la realidad, sino que son meras fantasías de un yo imaginario queriendo tener razón. Lo que pretende, nada tiene que ver con lo que es; sólo enmascara apariencias, mentiras y disimulada vanidad. Abre los ojos del alma y no mires más con los del ego. Tan sólo la Verdad (indivisa y rebosante de Amor, eterna, perfecta, bienaventurada y plena) puede realmente deshacer todas las vanas creencias, y ser Experiencia Viva en la esencial unicidad del Espíritu. Pide, pues, la Verdad de inmediato y sin medias tintas. Pide conocerla por encima de todo, incluido todo lo que crees acerca de ti mismo... aplica los medios que se te darán en la relación con tu prójimo con honesta constancia y serás, por fin, libre de todo condicionamiento y límite perceptivo... y harás, sin esfuerzo ni grandes cábalas, lo correcto para el bien de todos.

KHAAM-EL




Sal de la tristeza despertando de ella.
Mantente atento a lo esencial.
No pierdas tu vida intentando preservarla con egoístas miras...
haz algo ciertamente de corazón por los que están o vendrán.
 Sé veraz, no un actor representando vanas creencias con caretas carotas.







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