martes, 17 de julio de 2018

ANSIAR ES DOLOROSO * *

   La paz trasciende toda la cortedad de miras de los juicios. El ego es una ilusión, no una realidad. Despertar es dejar de significar ensueños de separativa índole , porque falso es creer entender lo transitorio desde lo transitorio y cierto es comprender que atender a lo innecesario es distracción, por lo que nunca son verdad los pareceres y creencias personales. Así que a nada conducen los debates que confunden opinar con conocer, lo pasajero con lo principal, o los sueños con lo real... sólo distraen y enredan. Aboga por la sencillez de lo claro, sustancial y simple, de lo grato a la serenidad interna que no se deja arrastrar por las inestables turbulencias de lo superficial. Aquiétate, no te impacientes... Permanece en el centro de la conciencia y todo será consciencia plena. Ansiar divide, codicia y agarra, siendo finalmente doloroso. Disfruta de lo sencillo, no vayas en pos de dictámenes acerca de ésto o aquello y vive en la unicidad de la inocencia que desenmascara toda ostentosa o sibilina treta por desviar la atención de lo esencial... no vayas tras ensueños de futuros triunfos o te sentirás agitado, sufriente e inseguro. Ahora, aquí, la acción correcta se despliega por sí misma si no te apegas a ningún resultado personal.

   Como los fuegos de artificio dibujan en el aire fugaces colores los deseos perfilan en el mundo efímeros logros. Lo pasajero es un sueño... anhelar sueños, doloroso; porque querer aquello que se esfuma acaba en pesadilla, lamento y horror. Involucrarse con lo transitorio es desdeñar lo permanente descuidando, por tanto, la verdadera comunicación con lo esencial. Paúsate. Es evidente que hablar y hablar, y valorar y valorar, y anhelar y anhelar, lo que desaparece no sirve realmente de nada. Soñar es caminar con muertos, un olvidar la auténtica vida por el recuerdo de lo absurdo, angustioso e inútil. Sigue sin demora ni titubeo a la Verdad que te libera y, como dijo el Cristo en Jesús: deja que los muertos entierren a sus muertos. Sal del sepulcro, despídete de la oscuridad, abandona el sueño de la muerte y, como Lázaro, sigue el Mensaje de la Luz y la Vida, el Mensaje que resucita... a esa pureza infinita que invita a contemplarlo todo con mirada limpia, desde esa Luz Bendita que no oscila ni deslumbra, sino que, en su benéfica constancia, te guía dulce y certeramente hasta el recuerdo de Dios y Su incondicional Amor. Confía, camina hasta el final de ti mismo para Ser de verdad... Un nuevo sol, un nuevo día, despojado de los límites del tiempo y de la carne, clarea para permanecer en tu alma y disolver las brumas del miedo, colmándote de alegría y paz. No te avergüences ni titubees en extender la santa pureza de la perfección del Amor. Canta, canta... cántale al Amor... el Mensaje te tomará y vivirá en ti para darte la fortaleza de la verdadera Vida. ¡Confía! No caminarás sólo, aparecerán y te alentarán Hijos de la LuzTestigos de la Verdad, Despiertos, Ángeles de Dios o como quieras nombrarlos -como tú mismo en esencia eres-, y juntos en la unicidad de propósito, por la gracia, conoceréis lo que Es antes del principio: Plenitud y Eternidad, Amor, Dicha e Inefabilidad.

KHAAM-EL



Elévate por encima de tus ansias y sueños 
y encontrarás la bienaventurada realidad del Ser...
 Divina Unicidad.





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