Comprender por partes es ignorar por completo y expresarse de tal suerte, en vez de unir, aísla. No permitas que la forma, con sus variables apariencias, te engañe distrayéndote de lo esencial. Ahonda en lo significativo, en lo coherente y definitivo, en la dicha de ser y vivir en perfecta paz. Conocer en profundidad es comunicarse en plenitud, porque desde lo profundo y lleno de sustancial contenido la inmediatez de lo indiviso se infinita en la consciencia... El recogimiento interior no es tanto aislarse de lo exterior como no darle crédito a todos los pensamientos u opiniones que sopesan, cuestionan y valoran, por efecto de la inestable percepción sensoria, la externalización perceptiva de la consciencia como separada de ella misma. Medita y desvela... desde el efecto no puede juzgarse ni conocer la causa; es imposible, al igual que por separado las sílabas, desde su reducida configuración, aun siendo parte de un mismo mensaje jamás pueden abarcar, o pretender conocer siquiera, lo que el mensaje en toda su amplitud expresa. La palabra, lo mismo que lo escrito o lo ritual, no es más que un medio de comunicación, nunca la comunicación misma. No te reduzcas, pues, a la mínima expresión o perderás el verdadero significado de ser. Obvio, cuando no se está confuso con la proyección de particulares deseos, los cuerpos son medios y no fines. Vuelve a la congruencia. Exprésate de verdad, en plenitud, no balbucees incongruentes opiniones sesgadas considerándolas, vana y estúpidamente, como verdades. Deja de elucubrar intentando dilucidar que tesis de las que el mundo ofrece es mejor o te verás confrontado con su antítesis; ya que, sencillamente, cualquier contraposición niega la veracidad de las posiciones particulares enfrentadas. Simplifica. No intentes amoldar, unir o resolver conceptos contrarios o lo único que experimentarás serán contrariedades, confusión, desesperanza y cinismo. Sólo aquéllo que no conoce opuesto, en verdad, es la Verdad. Ahonda sin más dilación en la consciencia... cualquier cosa que sea considerada aparte de uno mismo es una ilusión producto de un posicionamiento conceptual limitante y limitado. Abre tu mentalidad por entero, sin tibieza alguna, no te distraigas con percepciones exclusivas, y recordarás en toda percepción el contenido que las sustenta más allá de sus cambiantes apariencias; vivenciarás y extenderás de nuevo, en toda su inimaginable amplitud, la comunicación real, esencial, pura y rotundamente sencilla en su unicidad, allende las formas, los conceptos, los cálculos, las palabras y las imágenes.
Decide en favor de la Verdad ahora y encuentra la libertad de ser feliz por encima de lo superficial y vano. Sé y no te futurices desde un pasado imaginado por un yo imaginario. No eres un ego; nadie es un ego. Profundiza. Medita. Estate presente, atento en tu mente, bien consciente. No hagas nada en especial. La Verdad si es Verdad, y por supuesto que lo Es, es comunicación plena, real e instantánea; esencia viva de íntima infinitud; espontánea comunión indivisa disolviendo, sin contemplaciones, la idea misma de partes separadas en competitiva evolución (¿a qué iba a evolucionar la Verdad si ya es siempre Verdad?). Lo esencial del Mensaje del Amor que Ella (la Verdad) expresa es Vida Eterna en el Gozo Inefable de la Plenitud que Extiende en Sí, desde Sí, por Sí y para Sí. Por eso, todos Sus Pensamientos son indivisos y completos, con Ellos se expresa la Unicidad Bienaventurada que los hace Ilimitados... Dios Mismo. ¡Bendiciones! La Vida es en/del Espíritu de Dios y, en su Divina Unicidad, todos los seres por Él creados (todos los Pensamientos de la Verdad, todos sus hijos, todos sus ángeles -tú eres uno de ellos) son Su Hijo, o lo que es lo mismo son Uno eternamente en el Espíritu de Dios. No te pelees contra oscuridades fabricadas en el sueño del ego. Despierta y brilla en la Luz. Sé Feliz. Vive en el milagro del Amor. No eres un cuerpo ni la identidad personal que imaginas ser en él; por tanto, mientras parezca que hay un cuerpo, permite, en ese lapso formal/temporal, que lo Inefable e Intemporal se derrame y se comunique en ti y desde ti. Confía, confía... recordarás la Verdad y serás, en el Amor de Dios (en Su Divina Unicidad), nuevamente libre de toda limitación o pesar.
KHAAM-EL
Comunícate con Amor, nunca con miedo y el milagro del Amor te comunicará la plenitud de la Vida... El miedo miente y el Amor es infinito y veraz. El Amor es Verdad y la Verdad es Amor. Adéntrate en la paz de espíritu y desde ella extiende lo indiviso... Déjate mecer por la dulce melodía del alma que comunica inmediatamente de corazón a corazón el conocimiento esencial del milagro del Amor.
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