martes, 21 de agosto de 2018

PURA REALIDAD ETERNA

   Quietud esencial... Paz de espíritu... Silencio mental... Practicar no practicar técnicas de egoica urdimbre, en la espontaneidad de la confianza y alegría presente, libera de la atadura de un yo ilusorio que intentaba liberarse mediante prácticas surgidas de los mismos pensamientos agitados con los que forjó sus supuestas ataduras. Simplifica. No te tomes tan en serio lo pasajero y abre tu corazón a la vida. Ahonda. Medita. Comprende... Es un practicar que nada tiene que ver con las practicas del mundo, es un no seguir el impulso vehemente de lo sensorio gracias a una completa atención honesta e incondicional del aquí y ahora. Despierta del ensueño de los deseos, silenciar la mente antes de responder a los sucesos del acontecer diario es básico para el despertar a la realidad eterna de la pureza irreductible de la consciencia aparentemente limitada, para el retorno a la vivencia plena de Ser en el reConocimiento de la ilusoriedad del ego, para la inefable consecución de la paz de espíritu y la dicha incesante de lo universal e indiviso.

   Si situamos a nuestro cuerpo y el intelecto a él asociado (el ego) como el centro de nuestra vida y la basamos en las premisas que forja nuestra experiencia perceptiva en su aparente separación con respecto al resto de lo observado, concluimos el razonamiento con la inestable tesis de que todo (icluido lo nucleico y vital) es pacial y relativo, al suponer que la verdad puede ser controvertida y fragmentarse en algo tan incongruente como: tú verdad, mí verdad o la verdad de aquel otro. Eso no es saber, sino ignorancia y pretenciosa especulación perceptiva. Más, si no nos localizamos, a priori, en ninguna coordenada espacio/temporal como algo imprescindible e ineludible para obtener un beneficio a posteriori; y concienciamos ser consciencia con constante atención interior, sin calificarnos ni calificar nada, sin presuponernos ni presuponer nada, permitiéndonos estar presentes en la presencia inmediata, sin expectativas personales y sin juicios, sin necesitar logros o perseguir futuras metas, siendo simple aquí y ahora, descubrimos extasiados que todos los lugares, tiempos y situaciones son puro centro infinito; que los unos no están realmente separados de los otros, que la brecha que nos aísla está subsanada en la mente recta, porque nada ni nadie es en verdad lo que parece o perece. Y, maravillosamente, el espacio que sustenta el universo todo palpita lleno de vida indivisa y plena, bienaventurada y eterna... Nuestra esencia, la esencia de todo, la esencia de todos, ES en perfecta comunión con la Vida Toda, con la Divina Unicidad... Pura Realidad Eterna; para nada transitoriedad, limitación o forma.

KHAAM-EL



Céntrate en lo ilimitado e incondicional 
y lo limitado dejará de condicionarte.
Ve a la vivencia plena de Ser...
Es aquí y ahora
en el silencio de la mente conceptual.
Luz, Paz, Amor, Dicha, Eternidad...
Verdad.





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