lunes, 5 de noviembre de 2018

LA REALIZACIÓN ESPIRITUAL +

   El recurrente e inestable movimiento de los pensamientos identitarios en la mente, proyecta ficticias distancias que alcanzar para satisfacer personales inquietudes; más, ir tras las percepciones, que esos pensamientos egoicos proyectan, es perderse y enredarse en una maraña de contradicciones pasando por significados que vuelven complicado lo natural y sencillo. Lo pasajero no puede ofrecer jamás felicidad. Pausa el ímpetu y atiende a lo inmediato. Contempla la acción misma de contemplar. Vislumbra en lo presente la salida a una situación insostenible... 'Dirigirse a' elabora distinciones... 'permanecer en' disipa tanto temores como deseos. En el fondo no hay un fondo que conquistar, tal como en la superficie no hay realmente ninguna superficie que pueda asirse para siempre. Establécete en el medio, en lo justo y esencial, en el ahora sin tacha, en el aquí incomparable. No quieras ser alguien y lo que ES... ya ES.  

   El movimiento que nada particular pretende detiene la rueda de samsara mediante la acción plena que no divide entre positivo o negativo, sino que realiza el despliegue natural, y sin esfuerzo alguno, de la transmisión de la comprensión de la unicidad del Ser. Comunión. Conciencia Una. Flujo... Camino, Verdad y Vida. Hacer sin hacer es Realización, al perdurar su invitación a lo inefable en medio de lo cotidiano o de lo extraordinario. Aquí y ahora siempre es suficiente para despertar de la ilusión de las formas en el tiempo. Sin juicios ni preferencias no hay condenas ni exclusiones... perdón total... compasión infinita. ¡No hay excusas que valgan! Lo que ES trasciende todos los aspectos transitorios que van y vienen, tanto los positivos como los negativos; todas las acciones particulares son intrascendentes e inexistentes en la plenitud de lo esencial, de lo permanente, de lo real, de lo por siempre existente.

    Escucha el zumbido de la frenética actividad del mundo (samsara, ilusión) con el oído interno, con el Alma, con el puro ES, y no con la inercia divisora del ego. Sí, atiende con el corazón en lugar de con personales expectativas, y escucharás una dulce melodía, tras todo ese cíclico fragor, que te liberará de las transitorias ataduras de las formas y sus tiempos (Nirvana, Cielo). Las profecías pasarán y todo lo profetizado, también. No te apegues al sufrimiento por querer acoplar el cambio a tus deseos. Escucha con atención, en el silencio de la meditación, en lo más honesto de la oración, lo esencial... la Voz de Dios, la Voz de la Santa Unicidad. ¡Despierta del tenebroso sueño de la muerte! Deja que esa dulce y quieta música del Alma prenda en tu corazón y encienda tu mente. Confía. Una vez consumido lo combustible sólo queda el fogoso y bendito crepitar de lo incombustible... no añadas combustible a la vana y apagable hoguera de lo egoico y deja que se consuma de manera sencilla y natural. No temas, una vez apagada definitivamente la frágil llama de una vela, al quedarse sin cera que la alimente, la luz verdadera de la inexistencia relativa (comprensión de la ausencia del 'yo') muestra el esplendente fulgor de la infinitud del Ser... vacío de todo aditamento, lo indiviso olvida lo olvidable, despertando del ensueño de lo transitorio... ahora lo real, aquí ES siempre... Realización... un fuego invisible a los ojos del cuerpo ardiendo en plenitud de Amor: Luz incombustible... Dios... Divina Unicidad. Sin ego, sin personales ilusiones: liberación y eternidad... cese de todo sufrimiento, Sat-Chit-Ananda... Reino de los Cielos... infinitud de Vida... Paz... Paz de Espíritu. 

KHAAM-EL



Realización... Contemplar en paz el zumbido del mundo. 
Déjalo sonar...  Deja de soñar...
¡Despierta! 
Permanece.

Letra de 'The Humming' (El zumbido), de Enya:

Y toda la luz será, será
Y toda la profecía futura
Y todas las olas... el mar, el mar
Y en el camino estamos tú y yo
Y todos los vientos son como un beso
Y todos los años son némesis
Y todos los momentos caen en la niebla
Y todo es polvo, recuerde esto:
(Coro)
Y toda la luz será, será
Y todas las olas, el mar
Y todas las olas, el mar, el mar
Y toda la luz será.
Y todo el polvo se aleja
Y todas las noches y todos los días
Y todos los cielos siguen su camino
Y sólo el cambio ha llegado para quedarse:
(Coro)
Y todas las estrellas sin nombre
Y todos los cielos que parecen iguales
Y todas las nubes que se desvanecen y después
Entonces todo esto comienza de nuevo.


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