viernes, 16 de noviembre de 2018

PURA Y CLARA VISIÓN +


Suponer que ver
es ver eso que cambia,
es en verdad no ver.
Pues aquello que no es visto
en su esencia inmutable
no se conoce en profundidad.

Creer ver es una distorsión
que sólo ve lo que desea
desdeñando la pureza de lo insondable.
Quedarse en la epidermis de las cosas,
o incluso en sus vísceras,
es ceguera pretendiendo ver la completitud.

Una fracción es una falacia
que pretende definir la unidad
como escindida o rota.

Un parpadeo hiere lo contemplado
y un párpado abatido para siempre
amortaja la imagen.
No hay pálpito ni verdadera vida
cuando turbulentos juicios viscosos y grises
embadurnan lo esencial con volátiles átomos y errabundos mundos.

Los sesos no son la mente
ni la mente puede contener a la Consiciencia...
a la clara Visión del Espíritu...
al puro Ser.

Los objetos perceptivos pelean contra el espacio
para justificar sus superficies...
Todo poliedro genera sombras
desde su particular límite de especial contorno
y cualquier esfera es un punto inflado
que carece de ámbitos de inorillado flujo.
Abre tu mente a lo sin forma...
a lo sin definición...
a lo incuantificable.
¡Despierta!
La Visión veraz
responde ante la Voz de lo intangible
acallando la irredenta verborrea de lo egoico.

Sin una brizna de luz,
sin una brizna de amor,
sin una brizna de paz...
el espíritu y el corazón enmudecen rotos
imaginándose amargamente divididos
por sus propios ensueños
de querer salir del imaginario ensueño
de lo segmentado.

Sólo la Visión de lo eterno y santo
redime al alma de su delirante soledad;
cualquier otra percepción confunde y engaña,
cualquier otro concepto quiebra el trasfondo
con múltiples imágenes enfrentadas
por el éxito fugaz de un momento cumbre
que fracasa por su impermanencia...
después
declive, resistencia, angustia, frustración
y féretro.

No busques calor en lo gélido
ni refugio en lo opresivo.
La calidez añorada de lo pleno
cuando el frío y oscuro velo del ego
surge como una lápida opaca
que oculta el eterno jardín de la mirada pura
parece enfriarse a la sombra de las formas...
Comprende que así
no se contemplan las transparencias de infinita luz
extendiéndose jubilosamente en lo santo.

¡Despierta!
Mientras el espejismo de lo formal
encorsete el libre vuelo del Espíritu
con sus sentencias de separativa índole
el llanto y el quebranto serán inesquivables..
Un ver sin Ver...
Un oír sin Oír...
aridece los caminos con la febril ansia de mundanidad
que olvida lo sustancial al dotar de sentido al sinsentido.

La Verdad no se experimenta
cuando uno se imagina muchos
dentro de sí mismo.
Y cae, así, la noche infausta.
Y cae como fatal presagio...
cuando ausente la mirada de la plenitud
imagina el sueño fútil de un mundo efímero.

Atiende a lo inmediato...
Ser nunca es aparecer para desaparecer.
Contempla el presente con impecable y ecuánime desapego.
Mira a la mirada y verás
de nuevo.
Escucha la escucha y oirás
como antes de cualquier principio.

Visión es abrir la mirada a lo infinito
despertando del onírico letargo de los contornos rígidos.
Eternidad es no tiempo.
Amor es comunión.
Ser en inefable ilimitud.
Dicha.
Despunta el alba de una noche imposible.
El fin de lo imaginario conduce a antes de su origen.
Sencillez.
Visión pura.
Visión Clara.
Ahora.
Aquí.

KHAAM-EL



Abre tu mirada a lo infinito...
y verás claramente.




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