lunes, 7 de enero de 2019

ALLENDE LO PERCEPTIVO

   No hay salida válida en lo perceptivo. Acercarse a lo lejano es alejarse de lo cercano. El horizonte es el fondo de un enfoque particular y tomarlo por un límite no es más que delirio y despropósito proyectado por la percepción parcial del ego. Esa percepción sí es un límite; no lo por ella percibido sino por lo desde ella opinado, puesto que desde un principio todo está distorsionado por esa percepción limitada y limitante. Medita... No justifiques más fronteras entre el prójimo y lo que eres, entre el mundo y la consciencia. Sí, medita... ves lo que piensas, y piensas lo que desde la idea de ti ciegamente crees tomándolo por claridad, cuando la claridad del ego es un breve destello en la oscuridad que lo deja todo nuevamente en tinieblas. Cualquier particularidad percibida y conceptuada es una proyección del perceptor quien, en su horizontal delirio, se comporta como un proyector desplegando ante sí la película que hay en su interior pero creyéndose a pies juntillas e irreflexivamente que sucede en el exterior. 

   Así que para despertar de la alucinación perceptiva ha de profundizarse en la mente no significando las memorias de la percepción, a la par que se acalla el discurso falaz del ego -ese yo que se antepone a todo- meditando con honesta constancia, hasta que desaparezca en la luz pura del presente incondicionado ese pronombre personal de primera persona (lo que 'Un Curso De Milagros' llama el héroe del sueño, el yo personal) que fabricaba el resto de pronombres personales separados de esa supuesta persona. Y al fin de nuevo, como antes de todo antes, sólo todo es Mente sin horizontes que alcanzar ni barreras que saltar, sin guerras que vencer ni derrotas que vengar, sin éxitos que mantener ni fracasos que solucionar, sin egos y sus vanas historias que valgan..., al fin el fin de lo aparente e insustancial en un bienaventurado y poderoso ahora libre de la distorsión del tiempo y sus cambiantes formas, yendo más allá de las fronteras perceptivas, ahí donde todos los opuestos son trascendidos por la inmanencia esencial del vacío de lo personal... rebosante de lo infinito por la indivisa y eterna plenitud del Espíritu.

KHAAM-EL



Traspasa las fronteras y límites de la percepcción 
y encuentra ahora, aquí, en lo interior... 
la infinitud del Ser.




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