domingo, 9 de junio de 2019

COMPRENSIÓN ESENCIAL

   El norte no es nada sin el sur. Cualquier amanecer lleva implícito su ocaso y toda entrada es, a su vez, una salida. Arriba necesita de abajo para tener sentido y viceversa. En tiempo y forma todo horizonte tiene sus propios horizontes, todos bellos, todos terribles, todos aparentes límites que una vez conquistados se revelan inconsistentes en su pequeñez comparativa. Principios y finales devorándose mutuamente. No temas al temor de lo pasajero y míralo de frente. Observa lo que observa y verás que no eres el resultado de esa observación, que no estás circunscrito a ningún límite (ego), sino que eres la observación misma (el ser). Sé y no presupongas. Sé ahora, aquí, sin conjeturas. Indaga en el indagar con imparcial constancia, con plena y recta atención. Muestra lo que eres y no lo que supones; pues mostrar suposiciones es aprender ilusiones, y, éstas, sólo enturbian la razón. No te conformes con partes o, por mucho que las acumules, siempre te sentirás carente. Querer ser alguien especial sólo trae sufrimiento e ignorancia. Ilusionarse siempre genera desilusión. Abre tu mente a lo infinito y acepta. Ve a lo simple, al instante presente; libéralo de tus creencias y permite que el presente te muestre lo sustancial. Confía, sé receptivo y no impaciente con la vida; así conocerás lo que no puede morir al abandonar el apego a el efecto de un efecto, o, lo que es lo mismo, al resultado de una observación limitada (el ego).

   Sí, el no a aquello que niega lo esencial es una afirmación plena de lo esencial; al igual que delante precisa de detrás para parecer existir y a la inversa, puesto que lo real permite (sin verse afectado por ello) que todo movimiento aparente suceda en lo inmutable. Por tanto, nada perceptivo es completo en sí mismo cuando, por definición, 'sí mismo' es íntegro, puro e indivisible. Sé, pues, sencillo como un niño, no te compliques con posicionamientos personales que únicamente distinguen sus propias parcelas conceptuales y que, en lugar de iluminar lo importante, lo oscurecen todo con su superfluo razonar. Queda en paz, vive con corazón y encamínate hacia la Luz pura de Amor. Interpretar paradojas es no comprender lo esencial y conocer lo esencial libera de toda paradójica interpretación. No conformarse con teorías perceptivas facilita la meditación y la comprensión última de aquello que es para siempre, desdeñando aquello que es efímero, caprichoso e inestable. Lo que uno en integridad es, Es; más, aquello que varía no es realmente Ser, puesto que en un momento dado deja de ser.

   Comprender en esencia salva de lo ilusorio. Ver más allá de las apariencias es el verdadero ver. Ser feliz sin motivo perceptivo es auténtica felicidad. La paz mental traerá de inmediato calma a la vida que se sentía en conflicto. Ahora abarca todos los tiempos si uno no se desvive por parecer especial. Mira, todo lo conseguido personalmente se desvanece inevitablemente ante lo eterno. Desecha el orgullo. Medita. Ahonda. Abandona supersticiones y prejuicios. Comprende sin necesidad de teorías o interpretaciones. Fíjate en como lo explicable nunca alcanza a explicar lo inexplicable, que los conceptos e intuiciones son muy limitados para abarcar lo ilimitado. Abraza el misterio con humildad y dejará de serlo; intenta desentrañarlo y te enredarás todavía más en él. Tú no estás, en esencia, separado de la vida una, de la Divina Unicidad. Pero para retornar a la vivencia plena del Ser, al Amor y la Dicha eternas, has de dejar de distraerte con lo que intenta llegar a ser para al poco desmoronarse.

KHAAM-EL



Medita y comprende sin necesidad de conceptos.
Ve a la experiencia directa, a la vivencia indiscutible...
Profundiza en lo esencial 
y encontrarás lo que nunca será polvo y ceniza...
lo real... tu Hogar eterno...
la vida indivisa del Ser.




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