viernes, 21 de junio de 2019

SE REGRESA A DIOS EN COMUNIÓN

   Vagar perdido por rumbos extraños a la natural condición del alma atormenta y pena en lo más íntimo de uno, por mucho que se intente excusar con razonamientos huecos y sin ningún sentido pasando por conveniencias imperiosas. Soñar realidades no las convierte en tales. Los sueños, sueños son. ¡Hermano/a mío/a en la salvación, espabila! Permite que el poder de la pureza abra por completo tu corazón, para que puedas acoger al universo todo en tu seno; porque nuestro interior, nuestra esencia, es luz de Amor y todas las luces de Amor conformamos el corazón de Dios. Por eso, regresamos en comunión a Dios. No hay otra manera, no hay otro rumbo; el resto extravía. Las Puertas del Cielo están siempre abiertas para quienes se dirigen humildemente a ellas... sal del nefasto sopor que inducen los personales deseos proyectando sus sombras sobre todas las relaciones que especializa y clasifica en un catálogo de intereses egoístas a cumplimentar. ¡Maestro/a de Dios! Comprende, enseña y aprende totalmente que cualquier deseo, por su personal exigencia, sólo acarrea, en última y dolorosa instancia, temores y culpas. Nada hay en el mundo que pueda convenirte realmente. Frena tu infeliz búsqueda de felicidad; detén tu acumulación de cosas que han de perderse de un modo u otro; aclara tu oscura interpretación de lo absurdo, no dándole significado; y desengáñate de los engaños con los que te fascinas por un tiempo para pasar a otros, y después otros, y otros, hasta fatigarte de los mismos descansos. ¿No estás harto de estar harto? Si así es, no te retrases más yendo en pos de insensateces pasajeras y superficiales. Vuelve a antes de cualquier antes, ahora; y ve a después de cualquier después, ya; y estarás realmente ahora, aquí, unido al Amor de Dios, siendo uno en/con Él y con tu prójimo. 

   Aquieta la agitación de proyectar o rememorar, sólo trae desconfianza y culpa. Quédate en la inocencia del presente desnudo de aditamentos personales. Contempla tu mente antes de los pensamientos egoicos y experimenta, de nuevo, como será después de ellos... algo, en verdad, inefable e incomunicable en este mundo limitado y limitante. Sé Lo que Ahora Eres, y olvida cualquier posible llegar, o dejar, de ser... no es más que un ensueño transitorio e insustancial. Retornemos juntos al Cielo. ¿Por qué no ya mismo? No hay excusas que valgan; con auténtica fe, ciertamente, nada ni nadie nos lo impide... Contempla, bendito Hijo/a de Dios, el mundo por un instante, confiado y en paz, totalmente liberado del yugo de tus memorias personales, y comparte con todo aquel que voluntariamente así lo decida volver juntos a la Casa del Señor, a nuestro bienaventurado Hogar en el Cielo, a nuestro único Ser compartido en comunión de Espíritu... al Amor y la Verdad, a la Vida Eterna en plenitud. Y serás feliz, muy feliz, de retornar conjuntamente con tu igual en esencia y pureza a la gloria infinita de Dios... seguros, en calma... con convicción, gratitud y devoción.

KHAAM-EL



Ahora es el momento, el instante puro de volver a la eternidad...
¡Vamos a la Casa del Señor! Entremos en ella, sin demora, 
juntos, jubilosos, henchidos de fe y gratitud...
Vacíos de lo personal... llenos, por tanto, de lo universal.
Sin ansias ni temores; libres y en paz... 
Rebosantes de Amor.



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