miércoles, 4 de diciembre de 2019

EL INEFABLE REGOCIJO DE SER +

   Ve hacia adentro y no sucumbas a la tentación de externalizar tus quejas; de súbito verás que estas no tenían sentido y te elevarás, dentro, muy dentro, sobre todoas las cosas con una dicha inefable de Ser, sencillamente SER. Ahora únicamente fluye con el presente estando totalmente presente en él. Muévete por la vida con ligereza. Experimenta la liviandad del peregrino que con la firme disposición y entereza de ánimo de quien sabe que siempre lleva su hogar en el corazón atraviesa calles y veredas, cemento y jardín, saludos y adioses, risas, cóleras o llantos, aprecios e indiferencias, atardeceres, noches o días, versos, prosas y cantos, silencios y ruidos, montañas, valles u océanos, lluvias y vientos, trabajos, descansos o desempleos, soledades, encuentros y desencuentros. Sí atraviésalo todo, sin apego, sin prisa y sin demora. Camina por Amor al camino mismo y lo esencial del destino de plenitud al que aspiras te acompañará durante el trayecto... Bendice todo lo que encuentres desde la paz de tu mente y, por favor, sé feliz de todo corazón, la luz que desde lo profundo de su latido brilla se extenderá más allá de los pequeños límites que el cuerpo delinea hasta el corazón de todos aquellos que pretendían afanarse con los asuntos egoicos y establecerse en un mundo efímero.

   Recuerda lo esencial olvidando lo banal. Afírmate en lo eterno, santo e inefable y regocíjate de Ser... Agradece lo que nos hace libres de las despiadadas garras del ego y no encierres tu alma tras las opresivas defensas del miedo. Bendice el deshielo de tu corazón, aun en medio de frías circunstancias. No te protejas endureciéndolo con suspicacias y planificaciones. Has venido al mundo para recordar que éste no es tu verdadero hogar, pues eres de la eternidad y del espíritu. Permítete deleitarte con las fragancias que envuelven tu invierno para convertirlo en primavera... que alegría más inmensa vivenciar como se derrite la escarcha que afligía tu ánimo para en su lugar sentir el cálido abrazo de la luz. Sí, puedes vivir una perenne primavera aun en medio del invierno o aterirte de frío y pena incluso en plena canícula; depende de ti... no te apegues a tu historia personal y vive desde, y para, lo universal. No te limites con premisas particulares... ábrete a lo inesperado con esperanza... ten fe. Tu corazón florecerá en el Cielo para no marchitarse jamás. Confía. Agradece todo lo que a ti venga o todo lo que de ti se vaya... te irá bien... no lo dudes... porque todo es ciertamente perfecto aunque uno, a veces, sienta que no lo sea al intentar que sólo lo sea a su manera.

   Permanece fiel a lo Bendito y Todoabarcador. Abandona toda especial pretensión, todo personalismo, queja o justificación... Regocíjate de Ser. Solázate en la esencial bendición del momento en que te encuentras. Disfruta del ahora. Si no lo juzgas te trae un regalo de plenitud íntima y sagrada, una promesa de bienaventurada eternidad, una espiritual comunión salvífica. Ser ahora totalmente agradecido siempre te ofrece un grato encuentro con el Amor; no mires, por tanto, con resentimiento el cotidiano acontecer buscando algo más allá del propio instante. Comprende que Dios siempre Es, ahora y aquí allende las apariencias buenas o malas. Y, en esa evidencia, Su Luz brilla desde lo hondo del Alma hasta lo infinito. Ten fe en lo Santo e Inconmensurable y no te preocupes por nada, las tinieblas no existen en la Luz. Sí, sé feliz. Confía. En cualquier fecha del calendario, en todo tiempo y lugar, la eternidad te envuelve y sustenta con su amoroso manto de indescriptible belleza y armonía. Quédate, pues, en paz y comparte la dicha de lo eterno con todo aquel que encuentres en tu vivir... Dios Mismo os sostendrá y os guiará hasta Él. Simplifica... no pretendas cambiarte en lo esencial y recocíjate de Ser junto con todos uno en el Inefable Ser de la Divina Unicidad.

KHAAM-EL




Regocíjate hoy: 
mañana es nunca
y ayer, sencillamente, no está.

¡Bendiciones y Be Happy!




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