viernes, 24 de enero de 2020

SUBLIME TRASCENDENCIA EN LO ORDINARIO

   Ve más allá del ansia de lo extraordinario aceptando feliz el transcurso de lo ordinario y vivenciarás la sublime trascendencia de lo personal, el fin de lo vano, aparente y superficial; la gloria de lo sencillo, la luz de Ser, el contento de Amar, la plenitud de la Verdad. No ansíes, pues, la vida de otros y estarás libre del nefasto influjo de los deseos y sus volátiles sueños. Acepta y despierta a la bendita evidencia de lo simple, que es infinitamente más valioso que cualquier sofisticada complicación egoica. Regocíjate de ser lo que eres ahora, sin pasados ni futuros que enjuiciar. No te compares ni imites. Sé auténtico y no te acicales con ideas copiadas buscando un aprobado en un supuesto examen vital. No te agobies yendo en pos de mundanas riquezas o éxitos. Reflexiona tu particular ímpetu. Medita acerca de lo esencial y libérate de lo superficial. Quédate en lo permanente -simple- y trascenderás el hechizo de lo impermanente. Distiéndete en la alegría de ser ahora puro ser y no meras opiniones. Adéntrate en la honestidad de lo sencillo, en la confianza de la inocencia, en el contento de lo humildemente compartido sin expectativas ni preferencias, en la paz de lo no competitivo, en el amor presente libre de resentimientos pasados o de temores futuros... sencillamente, sé feliz en la felicidad de no atender al miedo, y la sublime trascendencia de lo ordinario será consciencia plena, natural y evidente, aun en medio de lo complicado, divisor e ilusorio.

   En verdad, es Sencillo: camina ligero de conceptos y volarás hasta lo sublime. No vivas, por tanto, de prestado y sé un pionero en tu propia alma. Sé consciente de como te relacionas con la idea misma de relación... ¿La deseas y la temes por igual? ¿Hay más deseo que temor, o viceversa?... Indaga y comprende, puesto que de ello depende tu experiencia vital; así como te ves, lo contemplas todo... si te muestras ambivalente con el mundo, extrovertido o introvertido con tus semejantes es resultado de la propia indecisión profunda, o del acusado ansia de externalizarse por miedo al aislamiento, o, al contrario, si el ansia es por el aislamiento proviene de un convulso anhelo de recogimiento por desconfianza sobre aquello considerado como ajeno a la personal órbita de seguridad. No vivas de creencias, opiniones o supuestos. No te adhieras o desprecies lo expuesto en este escrito a la ligera. Ahonda en la consciencia que asimila estas palabras que apuntan a ideas íntimas que incomodan rutinarios pensamientos adquiridos tomados como propios. Suelta lo que no es inmediato e inherente a ser aquí y ahora en paz; suéltalo, si gustas, libremente... nadie puede descondicionarte, salvo tú mismo. El mundo sencillamente facilita ver los propios pensamientos en un momento dado; no quieras cambiarlo sin antes haberte cambiado tú, o te repetirá los mismos errores que querías erradicar. Es adentro; no afuera, donde sucede primero el milagro que terminará para siempre con  ese dolor que proyectabas en el exterior. Ahora, aquí, la sublime trascendencia en lo ordinario, el esplendente fulgor de lo cotidiano mostrando una inigualable hermosura inconcebible desde los interesados parámetros del insaciable ego. Descansa de toda agitación mental y comprenderás... Fluye en el deshacimiento de esos constructos mentales que querían limitarte y condicionarte limitándolo todo a unas categorías y juicios hechos a la medida de lo personal. Sé un investigador de la propia investigación, contemplando ecuánime la consciencia consciente de ser consciencia... desvanecer ilusiones únicamente trae, de nuevo, la consciencia de lo real. Trasciende lo trascendible y lo trascendente será natural y evidente en lo cotidiano. No temas, como dice 'Un Curso de Milagros', los milagros son naturales. Abandona el antinatural pensamiento egoico y retorna a la eternidad del espíritu que te desprende, dulcemente, del pesado lastre de la identificación con el cuerpo y sus ansias de extraordinarios sucesos que nada genuino y pleno ofrecen finalmente. Así que, amig@, abre tu mente y tu corazón. Vive la vida sin miedo, congruente y honestamente, ahora, aquí, en plenitud... y el Amor inevitablemente te encontrará en lo interior para transportarte hasta la infinitud del Ser, del que nunca has sido -ni tampoco lo ha sido nadie- algo aparte. Trascendencia es unicidad indisoluble, eterna comunión viviente. Bendiciones. Sonríe... el Amor es incondicionalmente infinito, o no es Amor; y sólo todo es, en esencia, ese Amor Infinito que ya en lo ordinario es lo que sublimemente lo trasciende todo vano afán.

KHAAM-EL



Trasciende el miedo, la avidez y los recelos
-tanto en lo cotidiano como en lo inesperado-
confiando en el natural acontecer de la vida.
Abre tu mente y tu corazón, ábrelos sin demora, 
aunque sientas que el mundo se te cae a pedazos,
así el Amor será nuevamente natural y evidente.
Permite que el milagro del Amor,
en su infinita y sublime trascendencia, 
te contente para siempre ahora en lo ordinario. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario