Tras estas líneas adjunto el vídeo de una charla en la que profundizo en desenmascarar lo banal e ilusorio de lo egoico para vivenciar lo esencial y veraz de la vida... su indivisa llenura.
La vida es un suspiro cuando te identificas con el cuerpo, pues todo lo percibido por él -aunque dure eones- es menos que un chasquido de dedos para lo intemporal; sin embrago, cuando tomas consciencia de la infinitud de la consciencia, de la plenitud del Ser, la vida que parecía surgir para morir es vista como lo que es: una ilusión. Y se renace a la verdadera Vida la del Espíritu... eterna, bienaventurada y rebosante de Amor.
KHAAM-EL
La Vida en su esencia no conoce principio ni fin...
es plena, eterna y bienaventurada.
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