Bajo este escrito publico el audio de una charla en la que muestro cómo la verdadera apertura de la visión espiritual, que contempla todo más allá de las meras apariencias, tiene que ver con un genuino permanecer con Presencia Consciente del presente en toda su amplitud abarcadora de tiempos y sucesos, de ideaciones y localizaciones. Ahí, la identificación con la proyección egoica, que era un falso ver, termina; ofreciendo una nueva panorámica que revela la plenitud esencial del Ser... Visión inefable ésta que transmuta, de inmediato, todo sufrimiento -o trauma supuesto- en el feliz renacimiento a la Bendición Universal de la Divina Unicidad.
No ir en pos de algo ni de alguien en particular, destejiendo los entresijos que el egoico elucubrar hilaba, otorga libertad.
2.
Duda tanto de los dictámenes que la incertidumbre considera sensatos como de aquellos que la rigidez toma por ciertos. Evitarás así el ancho camino de la equivocación y podrás vislumbrar la angosta senda del discernimiento que conduce a la verdad.
3.
Acompásate sólo al ritmo del corazón silente, al compás del pálpito del alma en paz. Síguelo instante a instante, hasta el aquí y ahora del que es parte inseparable. Déjate llevar por su latido, por su hondo impulso... Descubrirás que está en sincrónica armonía con la totalidad.
4.
Sólo hay un ansia que cultivar, la de vivir abierto al espíritu. Sólo hay un ansia que evitar, la de vivir apegado al cuerpo. Y, de súbito, todo ansia se desvanece en una paz más allá de todo personal entendimiento.
5.
Si de verdad quieres la verdad, no esperes general comprensión y mucho menos aplauso. Porque, en un mundo dividido y egoísta, es considerada como la mayor de las impertinencias la libre expresión de lo pertinente para solucionar esa disensión y egoísmo en el que está sumido.
6.
En lo aparentemente cubierto (este mundo de cambiantes formas) aprendemos a descubrir lo que jamás ha podido estar cubierto salvo en ilusiones: La Plenitud de Ser, el Amor de la Divina Unicidad.
KHAAM-EL
Somos Consciencia Pura, no ego.
Mas, sólo ahondando con consciencia en la consciencia
dejaremos de lado la trivialidad del pensamiento imitado
y aprendido como ciegos autómatas que se adhieren a lo externo
intentando paliar una imaginaria insuficiencia;
creyendo, con supina ignorancia, que eso es ver y comprender.
Junto a este escrito publico el vídeo de una charla en la que muestro cómo cuando uno, mediante el no apego a los pensamientos personales, halla paz, auténtica paz -la paz de espíritu-, constata que todos somos dignos de la Plenitud del Amor al no haber nada real separado de ese Amor Divino. Entonces la vida se vuelve una oportunidad para compartir y extender esa Dignidad Esencial, esa comunión vital; facilitando, con inquebrantable constancia, la corrección del error de juicio del ego. Ese engañoso sistema de pensamiento que trae noches oscuras a la humanidad y que, ofreciendo resalte y opulencia, sólo acarrea penuria y disensión, escasez e infelicidad. Ahora, aquí, es hora de despertar. Sí, amig@, ¡despertemos del fatal sueño de las distinciones exclusivistas! Seamos valientes, no temerosos, resabiados o tibios; traigamos la luz de la Vida Eterna, de la unión fraterna, de la dicha de sabernos Hijos de DIOS, de conocernos en Esencia de Una Misma Divina Unicidad.
Adjunto a estas líneas publico el audio de una charla en la que incido en cómo cuando se confía plenamente en el natural despliegue del Amor de Dios, las historias del tiempo dejan de atormentar o seducir. Ya no son distracciones que nos quitan la paz del aquí y ahora. Y en/por esa paz, al fin, la liberadora vivencia del Espíritu nos salva de la encerrona egoica que nos atrapaba con ilusiones que siempre acababan por fallar.
Junto a este escrito edito el audio de una charla en la que profundizo en cómo el auténtico compartir proviene del espíritu, de lo más hondo del corazón; nunca de lo corporal/mental. Por eso, hay que abandonar la tentadora y a la vez dolorosa identificación con el ego para encontrar la comunicación plena y liberadora. Esa directa e inmediata comunicación en la que se reconoce que todos los involucrados en ella, por muy dispares que sean los aspectos perceptivos que lleguen a mostrarse, en lo esencial son uno. Y, milagrosamente, gracias a esa manera de relacionarse, la vida se vuelve una danza de liberación, una armonía indestructible subyacente a toda discordia, una apertura a lo intemporal y santo dentro de lo aparentemente transitorio y dispar, un vivenciarse indiviso del Espíritu al constatar que tod@s somos uno en el infinito Amor de DIOS.
Publico junto a este escrito el audio de una charla en la que ahondo en lo crucial que es para uno, y para toda la humanidad con él, el despertar Espiritual. Despertar que sucede en ese libre y voluntario apartarse de lo que aparta y en ese consciente no ilusionarse con las apariencias -por apetecibles o inicuas que parezcan-. Entonces, todo lo que ensombrecía la consciencia con la pesadumbre y el temor derivados de los deseos egoicos es deshecho en la luz plena de la Divina Unicidad que ahora alborea, nuevamente, como antes del ego y sus ilusiones separativas.
Publico a continuación de este escrito el audio de una charla en la que ahondo en cómo lo que parece disgregado para los sentidos perceptivos en esencia es íntegro, santo, bienaventurado y en plenitud. Ya que el Amor y la Vida no menguan ni desaparecen. Nada es como el ego lo supone. Todo es, más allá de lo formal/temporal: eterno y espiritual. La Divina Unicidad Es, el resto sólo ensueño e irrealidad.
