NADA QUE PERDER, TODO QUE SER

En el espacio caben todas las formas.

En las formas no cabe todo el espacio.

Las apariencias nunca son lo esencial

aunque lo esencial se encuentre en todas ellas.

Lo menor no puede abarcar lo mayor

si bien, éste, abarca lo menor sin óbice.

¡Todo que ganar y nada que perder!

El alma es la vida que alienta la carne,

jamás la carne quien da la vida al alma.

Las almas del Espíritu de DIOS vienen

y a ÉL vuelven tras su ensueño de las formas.

Somos alma, todos, en cualesquier tiempo

y lugar: desechemos odios y amémonos.

¡Nada que obtener y, sí, todo que ser!

KHAAM-EL

SENDA INTERIOR, COMUNIÓN DE VIDA

    Andar por el mundo validando sobre todo la percepción sensoria como la mejor vía a seguir en detrimento de la intuición, construye un entramado mental que dirige a un callejón sin salida, a un vivir tabicado por pensamientos y conceptos con los que dilucidar cómo ser feliz y estar en paz, tal que montañas de ladrillos se tratara, que en lugar de liberar constriñe y ahoga, impidiendo precisamente esa tan anhelada calma interior plena de felicidad que se buscaba.

    Antes de dar tumbos por ahí creyendo ineptamente conocer el rumbo, caminemos en nuestra mente, sin detenernos en circunloquios conceptuales que sólo angustian y desconciertan. Caminemos hacia el principio de nuestro pensar del que deriva a su vez nuestro penar, para llegar al final del espejismo egoico que quiere obtener y retener lo que se avejenta y corrompe. Caminemos, sí, allende las fronteras de lo meramente supuesto y tomado a la ligera por cierto. En la más oscura tiniebla, en la noche oscura del alma, en la negrura del no saber encarada, aceptada y rendida, el fulgor de lo Divino se manifiesta si no la esquivamos mediante cobardes excusas, apáticas inercias de comportamiento o evasivas actitudes que anestesian con breves risas huecas profundos llantos reprimidos.

   Caminemos, pues, en nuestra mente, despacio pero sin pausa; caminemos sin cesar en dirección a la luz clara de la paz mental que tras la nebulosa y sombría agitación brilla, en dirección a la dicha del corazón rebosante de amar, aun siendo desdeñado o ultrajado. Nada del mundo tiene realmente valor en su impermanencia, sólo la perenne pureza de nuestras almas es valiosa. No queramos, por tanto, eternizarnos inútilmente en lo que irremediablemente se desvanece acatando sus pétreas leyes de desvarío, egoísmo, destrucción y muerte. Abramos los ojos del alma y dirijámonos a la salida que en nuestro más íntimo núcleo espera. No nos retrasemos más con detenidas búsquedas en ninguna parte auténtica y mollarmente provechosa; dentro, muy dentro, ya somos todos inseparables, eternos, benditos e infinitamente amados por DIOS.

    Seamos, por tanto, consecuentes y sigamos el Camino, la Verdad y la Vida que nos acompaña hasta el fin del tiempo y sus variopintos asuntos susurrándonos en el corazón. Penetremos en la vastedad de la Consciencia sabiendo que ya no hay marcha atrás que nos valga como opción válida, sabiendo que la senda pasada no puede volverse a pisar, porque en la forma todo transcurre y termina, nada queda... En la carne, lo nuestro y de todos, sencillamente, es pasar... pasar amando, enjugando las lágrimas con esperanza, compartiendo con todo aquel que en nuestro camino se cruce la dicha de unirnos de corazón, reconociéndonos unos con unos Hijos de DIOS. Y una vez dejado, finalmente, el cuerpo -esa cáscara que de esta manera generosa y amigable sí cumplió su función-, de súbito y por la gracia, nos toparemos con la bienaventurada eternidad del Espíritu.

KHAAM-EL

SIN EGOISMO, EL PRESENTE OFRECE TODO EL AMOR DE DIOS - AUDIO

    Publico junto a este escrito el audio de una charla en la que hago hincapié en cómo vivir presentes, conscientes, conectados con el prójimo a nivel espiritual y no sólo material, permite un actuar libre y amoroso de veras, sin ansiar un fruto especial a la satisfacción sólo personal y sin precisar de un imaginado futuro en el que triunfar, para vivenciar la plenitud del Amor de DIOS aquí y ahora; convirtiendo la labor vital, la siembra generosa y desprendida de la acción en favor del Bien Universal, en una inesperada y esencial recolecta del alma, incluso durante la misma siembra, por la gracia recibida tras la espontánea realización de actos conscientes e inegoístas.

KHAAM-EL

 

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LA RESPONSABILIDAD DEL LLAMADO A SER 'LUZ DEL MUNDO'

     A la luz, quien tiene ojos para ver, ve. Pero, sólo ver no basta para comprender y conocer lo visto, no es suficiente para que este ver superficial y rutinario sea la Luz de la Consciencia, la Luz del mundo que Jesús de Nazaret nos llamó a ser, y que no tiene parte con la engreída erudición de competitivos cocientes intelectuales altos afanados por descollar o con las llamativas, huecas, ufanas y sobrevaloradas memorias reiterativas de datos sin asimilar -como si de simples loros se tratara-. Para ello, hay que tener no sólo humanas entendederas sino también honesta disposición a penetrar en lo que nos une con lo visto o notado, a mirar o notar al propio veedor o advertidor junto con lo por él observado y advertido, a ahondar en la relación que el objetivo percibir tiene con nuestro subjetivo sentir para, merced a un morir a lo personal mediante el cual poder renacer a lo universal, ir descubriendo ámbitos no circunscritos meramente al egoico vivir. Encontrando, así, una nueva manera de relacionarnos los unos con los unos, genuinamente fraterna, que sea cuerpo en acción bondadosa; obra manifiesta de lo sutil y espiritual en lo concreto y corpóreo; nunca una evasiva, tibia y pusilánime actitud ante las injusticias humanas sino una responsable, generosa y valiente en nombre del Amor y la Verdad, en nombre de DIOS y su Hijo, que en todos nosotros vive, que en todos nosotros es nuestra vera naturaleza santa, eterna y bienaventurada.

KHAAM-EL

PERENNE ESPÍRITU

 

Apoyarse en lo caduco

es un vano disparate.

Todas las horas -sí, todas-

que construyen una historia,

se desmoronan de súbito

en cuanto el cuerpo se abate.

 

Más, tras advertir el Espíritu

que en lo más interno mora,

apoyarse en lo perenne

es un luminoso acierto

que el tiempo, todo, colapsa...

Y, al instante, el Cielo se abre.

KHAAM-EL

NO TEMAMOS, VACÍOS DE EGO SOMOS PLENITUD DE AMOR

    Querer adelantarse al flujo natural de la vida nos llena de angustia. Y toda angustia hace infeliz y tienta a la injusticia a quien la padece. Por lo tanto, tengamos paciencia, verdadera paciencia, confiada paciencia: la infinita paciencia de vaciarnos de nuestra resistencia a vivir vacíos de ego, desnudos de disimulos, suposiciones y estrategias... Nada especial hay que alcanzar, nada especial hay que comprender ni nada especial hemos de conseguir, porque nada esencial puede perderse jamás... Somos ya puro Ser aquí y ahora.

    No nos distraigamos con juicios engañosos que creyendo acertar, yerran y condenan por miopes motivos. Renunciemos al ego siendo veraces primeramente con nosotros mismos y a continuación con el prójimo, tengamos fe en DIOS y esperanza en Su Amor, el resto vendrá por añadidura. Vivamos aceptando el espontáneo flujo de la vida... no queramos retener aquello que consideramos bueno y no odiemos eso otro que suponemos malo... vayamos más allá de los opuestos y despertemos del maligno sueño del ego. No nos fatiguemos ni nos sacrifiquemos por logros temporales, o nos estaremos poniendo la zancadilla a nosotros mismos. La felicidad no es del tiempo ni la carne, sino la vivencia de ser sin tiempo y en Espíritu. Quedemos, por tanto, en paz y no nos agitemos con personales planificaciones... Sí, la felicidad, insisto, es sin tiempo ni carne: es Espíritu inmortal, Amor en pura e ilimitada expresión, Unicidad Viviente en perenne bendición. 

    En consecuencia, estemos presentes en toda la amplitud del término para que lo inacabable desvanezca el apego a lo acabable. Amemos por el Amor Mismo, no por las cosas o relaciones que lo caduco pueda traernos. Permanezcamos en la paz de Espíritu, en la dicha inefable de Ser. Aquí y ahora, siempre, lo sustancial está incólume; así que, no busquemos encajar o nos sentiremos siempre desencajados... Confiemos, todo irá bien, nada fue mal aunque lo pueda a veces parecer... ¡Regocijémonos! Lo pasajero no somos. ¡Alegrémonos! Lo imperecedero, en esencia y en verdad, sí somos. ¡No temamos más! La Plenitud nos vivifica en la invaluable comunión de la Divina Unicidad, en el bienaventurado e infinito Amor de DIOS.

KHAAM-EL

EL PERDÓN, BENDICIÓN INTEMPORAL

El fardo de memorias personales,

narrador parcial y ofuscado de antiguos sucesos,

desvirtúa lo que hay,

angustiando o exultando el mañana que finalmente no fue.

 

La calma vívida de un ayer

absuelto por la mirada limpia del Amor

contempla sin cobardía ni avidez lo que hay,

bendiciendo un futuro santo que el presente revela consumado.

KHAAM-EL

ÍNTIMO CAMINO UNIVERSAL

    La vida verdadera no es una conquista temporal/corporal sino una comunión eterno/espiritual. No hay descosidos en lo irrompible ni manchas en lo de por sí inmaculado. Nada hay que hacer en especial. Todo ya es en lo esencial. La mente y el corazón son uno en el sagrado puente, siempre abierto, del Amor... Hay una senda íntima que desde las profundidades abisales del alma asciende hasta ese bienaventurado puente, hasta esa abierta puerta a lo indiviso e inconmensurable adonde todos somos uno en UNO. Sigamos confiados, hermanados, en paz, esa ruta; no hay otro rumbo que no naufrague, no hay otra vía que no despeñe, no hay otra calzada en la que no se colisione.

    Yendo pausado se avanza certero. Atolondrados nos confundimos, extraviamos y agotamos. Mirar y ver. Escuchar y oír. Asimilar lo vivido con clara y amorosa consciencia es imprescindible para continuar con una vida bien vivida, con un estar presente inseparable de ser, con un avanzar a lo real en nosotros dejando atrás cualquier personal deseación o miedo. Cada honda comprensión nos acerca al destino último; ése que regresa a antes del inicio del temporario camino, acreciendo infinitamente lo ya de por sí infinito e inefable. 

    ¡Tengamos fe! El tiempo de las dudas termina, porque ahora sabemos que el tiempo era fruto de lo tenebroso e ilusorio, de lo superfluo y egoico. Ahora el Espíritu y Su brillo, ahora lo eterno siempre aquí en esencia y presencia. La Luz nos guía (nosotros somos en la Luz). Nos enfoca el interior abrazando el exterior. Nada sobra, nada falta, todo enseña en el Íntimo Camino Universal. Acerquémonos más y más, hasta que no haya separación alguna... y todo sea UNO... y nada sea aparte... y de nuevo, vida sin deterioro ni muerte... y de nuevo, DIOS VIVO palpitando en el Corazón, iluminando la Consciencia.

KHAAM-EL

BREVES REFLEXIONES A CONSIDERAR (y 61)

             1.

    El revés del revés nos encauza de nuevo.

 

                2.

    Un núcleo infinito carece de periferias. Nuestro núcleo es espíritu, por lo que éste se expresa tanto en cuerpos como allende los mismos. El espíritu -por su ilimitada comunión con todo lo existente- todo Ama, nada odia ni teme; ergo ese Amor infinito trasciende cuerpos, edades, ubicaciones y circunstancias en un centro inacabable, en plenitud de Espíritu y Vida.

 

                3.

    Vivir con consciencia nos vuelve humildes... todo lo que parecemos ser como egos es nada; revela en el latir del tiempo: la eternidad, muestra en la multiplicidad de las formas: la unicidad del Espíritu, ofrece en la limitación perceptiva del 'yo': la inmensidad inconmensurable de Ser. Destruye el ego, rebosándonos de Amor, de Verdad, de Dicha... de DIOS.

                4.

    No apegarse a lo corporal. No ilusionarse con lo temporario. No apenarse por sufrimientos caducos. Mantener plena consciencia presente de la 'Consciencia Misma' perdonando toda afrenta, eximiendo de vituperios al que yerra, mostrando su luz interior al que a tientas camina buscándola afuera, agradeciendo al prójimo cualquier ayuda por pequeña que sea... Y lo que se iba a la tumba la atraviesa, resucitando. 

 

                5.

    Retornar de nuevo a lo intemporal, a la eternidad esencial del Espíritu, vuelve antiguo hasta el futuro más lejano.

 

                6.

     Todo viene de DIOS, todo a ÉL regresa... perderLo para buscarLo, buscarLo para ser por Él llamados... decirLe sí, y, de súbito, inseparables como antes de la tierra, el universo, el tiempo y sus ruidosas y ruinosas historias.

KHAAM-EL

¿LISTO PARA RESUCITAR, AMIGO/A?

    Cuando advienen contrariedades y estragos a nuestras frágiles vidas humanas, tanto a nivel individual como colectivo, no suceden nunca a destiempo sino en su justo momento, cuando está en sazón un aprendizaje de comportamiento que de no asimilarse volverá a repetirse en ciclos inexorables hasta la cabal corrección del egoísmo, la sensualidad, el rencor, el ansia de poder y confort, la competitiva vanidad envidiosa, el despreciativo fanatismo ideológico y el apego al cuerpo como único receptáculo de la vida. Errores fundamentales de la mente humana que traen todos los males individuales y que -por extensión- acaban azotando a la humanidad en general y asolando periódicamente sus sociedades.

    Aprendamos y apliquemos, pues, en conciencia con total consciencia y acción la regla de oro: "no le hagamos a otros lo que no queremos que nos hagan." Entonces y únicamente entonces, de lo más hondo de lo hondo, en el meollo de nuestro ser, la eterna chispa inseparable de la bienaventurada llama del Infinito Amor de DIOS que somos en esencia y en verdad, dándose al Bien del prójimo, resucitará de entre los muertos, o, lo que es lo mismo, de entre la corrupción de este mundo perecedero.

KHAAM-EL

NO DARLE SENTIDO AL SINSENTIDO, REVELA LO QUE SIEMPRE TUVO SENTIDO

    Darle sentido al sinsentido es la mayor de las demencias. Empecinarse en lograr ser feliz sólo con lo transitorio es un imposible. La felicidad siempre es ahora y aquí en cuanto en lo transitorio conectamos con lo eterno, en cuanto tomamos consciencia de la consciencia que trasciende el cuerpo, en cuanto abandonamos el apego a la mera satisfacción personal, en cuanto discernimos con claridad lo sustancial entre lo superfluo. Es por esto que, el significado de buscarle significado a la percepción transitoria tan sólo conduce a la incongruente justificación de una carencia de significado; actitud esta que inevitablemente trae sufrimiento, desconcierto y temor. 

    ¡Despertemos! En lo íntimo palpita vigoroso, calmo y despreocupado lo universal. No nos compliquemos con condicionados entendimientos personales que pretenden orgullosos entrelazar contradicciones y engaños, o seguirá habiendo en lo conceptual una profunda, supina y angustiosa ignorancia imaginando saber acerca de aquello que por sus notorios límites nunca podrá saber. Simplifiquemos, pues, constatando como lo contradictorio, por su propia índole, no es más que falsedad e ilusión. Se revelará entonces, en todo su liberador esplendor, lo obvio: nada surge de la nada, vivir para morir es absurdo y contradictorio (luego es falso); por tanto, todo vive en/con todo impregnando el devenir de las formas con la perenne existencia del Espíritu (una paz y gozo más allá de cualesquier humano entendimiento, de súbito, evidencia el vero e imperecedero sentido de la vida). Consecuentemente, la muerte, en esencia y en verdad, nunca ha sido ni será posible; porque, no siendo ninguno de nosotros el cuerpo/intelecto (el ego), el tiempo y sus situaciones son minúsculas ideas impermanentes en la inefable consciencia intemporal del Ser, en nuestra indisoluble comunión espiritual (Amor) con DIOS.

KHAAM-EL

EL AMOR NO ES BLANDURA SINO ENTEREZA DE COMUNIÓN - AUDIO

    Junto a este escrito publico el audio de una charla en la que incido en como el Amor verdadero no es blandura, empalago ni especial complacencia, no ataca ni humilla pero tampoco se arrodilla ni pliega ante lo malévolo u orgulloso. Es claridad y caridad, rectitud de conciencia en acción invitando a la comunión de espíritu, levantando al caído, alimentando al hambriento, ayudando al necesitado sea quien fuere este. No sabe de hipocresías ni pendula por conveniencias mundanas, no minusvalora ni encumbra a unos frente a otros, afronta con valor afrentas y desdenes perseverando en la dirección del Espíritu, en la senda de la Luz, en el Bien y la Verdad, en lo Santo y Eterno, en nuestra álmica hermandad como Hijos de DIOS.

KHAAM-EL

 

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PRESENTE CONSCIENTE, BENDITA OPORTUNIDAD DE TRASCENDER EL TIEMPO Y SUS ILUSIONES

    Ver lo que cambia no es auténtico ver; ni comprender lo variable, es auténtico saber. Todo lo ahora percibido, no fue como lo percibimos ni lo será poco después (incluido nosotros mismos como perceptores particulares del mundo en el que parecemos vivir). No hay excepciones que valgan, el rumbo de las formas es cambio y deshacimiento, surgimiento y desaparición, nacimiento y muerte. Una apariencia, nada más.

    El tiempo es una idea, no una realidad en sí mismo, al igual que las formas que en él acaecen son elusivos pensamientos en expresión, no consciencia pura, real y plena. Todo el tiempo el tiempo mismo es el resultado de una percepción dividida y limitada, divisora y limitadora, efecto tomado por causa; un absorbente 'continuum' de nebulosas y contradictorias memorias que se replican a sí mismas con superficiales variantes que quieren pasar baldíamente por esenciales diferencias.

    No hay un 'yo' pasado que fuimos, ni un 'yo' futuro que seremos a costa de los grandes esfuerzos de un 'yo' actual en especial mejora. Sólo Ser trascendiendo esa paradójica e ilusoria mutación físico/conceptual. Precisamente la idea del 'yo' personal, del ego, de lo especial y exclusivo, es la que fabrica la incómoda sensación de que el tiempo es algo real e ineludible, y de que puede tener algo valioso que ofrecer. Más, obtener lo que se pierde nunca tuvo ni tendrá verdadero valor. En definitiva, el tiempo no es valioso ni esencial por mucho que en él se conquiste o logre; la eternidad, sin embargo, sí lo es (de hecho, no necesita de conceptos y teorías para saberse indubitable en lo más hondo y silente de la consciencia). Porque, el tiempo está sujeto a los pensamientos que lo perciben, entretanto la eternidad, en su inmediata completud, jamás puede verse afectada ni alterada por ninguna percepción o conceptualización: las trasciende a todas en su sustancial y sutil inmanencia.

    Recapitulando, los cuerpos/ego (los 'yoes' especiales y aparte) representan pensamientos de temor, distorsión y separación, mientras que el Espíritu es la expresión viva de lo eterno, amoroso, veraz y santo. Atravesemos, pues, la intensidad de no apegarnos al 'yo' temporal y revivenciaremos así nuestro Ser verdadero, que no nació ni morirá. ¡Despertemos juntos cual uno solo, amigo/a, del sueño de las formas y sus fingidas evoluciones! En el Espíritu, la Verdad y la liberación de lo falaz, que tanto nos angustiaba, es inmediata (aunque pareció durar millares de vidas) si con devoción y constancia a Ella nos encaminamos y consagramos. Simplifiquemos resueltamente y, sin el estorbo de los deseos y temores egoicos como motores de nuestra acción, conoceremos lo que ahora, siempre ahora, hay que realizar; no mañana, hoy. Pues, todo el tiempo sucedió en la eternidad. Lo que acaba, acabó. Lo que permanece (puro Ser), aquí está presente... en cada segundo, en cada latido, tras todo pensamiento y forma; imperturbable, en comunión y bienaventurado.

KHAAM-EL

INVISIBILIDAD EN LO ESENCIAL: PLENA VISIBILIDAD

    Comprender que querer ser visto, valorado, reconocido o apreciado a toda costa significa considerarse ciertamente ignorado y despreciado de continuo, posibilita mirar con franqueza la íntima consciencia y constatar una dañina autocondena derivada de prejuicios condicionados por comparaciones egoicas que compiten y combaten con el prójimo. 

   Atravesar la intensidad de no exigir reconocimiento, aceptando un segundo plano que no envidia ni desea sobresalir, ofrece una bienaventuranza inesperada, una dicha, paz y amor incontenibles que deshacen el ego revelando sin óbice nuestra inmortal esencia en comunión con la vida; trascendiendo tiempos, lugares y cuerpos. Por eso, cuando no seguimos el impulso egoico -que trata siempre de ser visto como especial- y no cedemos ante la incomodidad surgida de su pequeñez soñadora de grandiosidades, reconocemos -sí o sí- que la solución óptima y definitiva a semejante situación nunca tuvo que ver con la obtención de particulares exigencias, sino que es muchísimo más sencilla, simple y obvia: en la invisibilidad personal, en la humildad amigable y generosa, se hace visible la plenitud de ser inseparables del Infinito Amor de DIOS. 

KHAAM-EL

ACERCA DEL MAL

      ¿Qué es el mal? -me preguntan algunos con inquietud y angustia en estos tiempos de incertidumbre económico-cultural-ideológico-sanitaria. 

    Cuando en el nombre -respondo- de la Verdad y lo conveniente, farisaicamente se miente, escandaliza y alarma; cuando la Justicia no es más que una palabra desacreditada mediante la instauración, acomodación y finalmente sumisión a una pantomima legalizadora de lo vil e injusto; cuando se maquina e intriga en lo oculto, aborreciendo y temiendo lo claro y trasparente; cuando uno alienta disimulada y taimadamente la división y el odio, autocalificándose adalid de la unidad y la fraternidad; cuando se escoge el confort propio y el granuja aplauso de las élites dirigentes, a encarar la adversidad o arrostrar el vil oprobio por laborar en favor del Bien esencial de la Humanidad; cuando el Dinero es el rey y la Codicia su reina consorte en el corazón humano, engendrando monstruosas generaciones de insensible frivolidad y avara comodidad; cuando se cercena la Libertad descalificando, censurando y persiguiendo airadamente a todo aquel que no se ajuste a los parámetros establecidos hipócritamente en nombre de esa misma Libertad supuestamente aclamada; cuando se escoge la inoperante cobardía egoísta como modus vivendi en lugar del coraje de realizar lo válido y ciertamente correcto: escuchar, alentar y compartir con el necesitado tanto lo material como lo inmaterial; cuando lo arbitrario se instituye como digno y razonable mientras lo coherente se infama y denigra; cuando se niega a DIOS endiosando lo humano, o (en detrimento del DIOS Vero y de todos) se idealiza a un dios -o dioses- tan especial como falso que oye o favorece a unos más que a otros, según ceremonias u ofrendas de exclusiva atención.

    El mal, pues, es querer brillar más que el prójimo; hacer trampas y cometer tropelías ocultándolas con engaño para obtener lo deseado; apartar lo eterno y sutil para ensalzar lo temporario y burdo, o, lo que es lo mismo, absolutizar lo relativo al par de relativizar lo absoluto; la vanidad, la soberbia y la estupidez -en definitiva- de creerse uno la medida de todas las cosas.

KHAAM-EL

CONCIENCIA REDUCIDA (TEMPORAL EGO) NO ES VERDADERA CONSCIENCIA (ETERNO ESPÍRITU)

     Acusar o alabar al entorno y sus contornos de los malestares o satisfacciones que en la conciencia suceden (en nuestro más hondo sentir, en la intimidad vacía de ego, en nuestra esencia o alma en conexión con la esencia o alma de todos -Espíritu Santo-) es una tremenda e inconsistente inconsciencia de terribles y reductoras consecuencias en el espacio/tiempo, al someterla (la consciencia o alma) a éste y no el tiempo/espacio a ella como en verdad es.

    No dando por supuesto lo que la percepción sensoria sugiere, autoindagando con honesta determinación, meditando de veras, orando a corazón abierto y haciéndonos a un lado con humildad en lugar de querer ir arrogantemente un paso por delante que nos retrasa, en el núcleo mismo del instante se hace evidente cómo de lo sutil e indiviso eclosiona el mundo perceptivo: el 'yo' y los 'otros', 'esto' y 'aquello'. La vida no proviene de los organismos sino éstos de aquélla. Lo santo no se ve denigrado por la malicia de lo mundano; antes bien lo contempla, educa, transforma y libera, retornándolo a la Pureza Original. El Espíritu Santo, por tanto, es Creativa Vida, Eterno Señor y Conciencia Pura: amor y plenitud que cohesiona las almas en el inconmensurable Espíritu de DIOS. El cuerpo/intelecto, por ende, mero instrumento, temporal sirviente y conciencia reducida que confunde y separas las almas cuando, induciéndolas al deseo/miedo y al resentimiento, quiere juzgar y mandar como si fuese el amo (ego).

KHAAM-EL

VIDA PLENA - AUDIO

    Junto a este escrito adjunto el audio de una charla en la que recalco como vivimos una vida verdaderamente plena, y no atormentada o amedrentada por el inevitable declive físico al que aboca el trascurrir de los años, en cuanto no nos apegamos a una manera personal de vivir, dejando de atender las divisoras exigencias del ego y sí atendiendo al intensísimo requerimiento que nos susurra el corazón de establecer con el prójimo una relación honesta y fraterna. Porque, cuando dejamos de darle especial significado a la carne, vivenciamos cómo el espíritu, nuestro verdadero ser en comunión con la Vida Una (indivisa de DIOS y del prójimo), siempre ha estado ahí: radiante, pleno y bienaventurado, colmando de inequívoca esperanza de eternidad cada instante de nuestra temporal estadía en el mundo.

KHAAM-EL

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MÁS ALLÁ DE LO MERAMENTE PERCIBIDO, LO QUE DE VERAS ES

    Dirigirse recurrentemente hacia lo percibido en vez de desentrañar de dónde surge no sólo la percepción sino el perceptor mismo, es desorientarse procurando orientación; suponer y suponer considerando tales cambiantes suposiciones 'saberes' y 'ciencias'. Meditemos. Reenfoquemos nuestra atención de afuera a adentro. Vayamos a lo hondo para poder cimentar un sólido y veraz relato de la vida, tras demoler la inconsistente validez dada al cuentista ensueño egoico que se había tomado como única realidad. La distancia espacio/temporal entre uno y el resto del mundo es una perspectiva fragmentaria, un filtro conceptualmente tendencioso que no se imbuye directamente de lo inmediato, trayendo memorias y proyectando futuribles que distorsionan el aquí y ahora.

   Dos o más puntos de vista antagónicos o conflictivos, por muy 'razonables' que sean en su interpretación parcial, son ambos igualmente irrazonables en su comprensión global. Muestran lo limitado de su visión y, por lo tanto, su inequívoca falsedad. No concluyamos, consecuentemente, nada definitivo en lo transitorio o malentenderemos lo que nunca ha sido necesario interpretar en lo profundamente intemporal e ilimitado. Es en la comunión de los aparentes opuestos disolviendo sus enfrentados postulados en una consciencia no conceptual, vivencial y sin apartes, donde hay plenitud... y lo pleno, en su total ausencia de divergencias y vaciedad de falsías, está substanciado de Verdad y Vida.

   Dirijámonos, pues, hacia lo esencial, hacia ese encuentro interior con la infinitud del Ser. No desviemos el recto camino viviendo de meras ideas prestadas, de vanas destrezas pavoneadas, de ciegas suposiciones fanatizadas..., o caeremos en la trampa del autoengaño que creerá saber qué es saber, y morará en la ignorancia más absurda y dolorosa. Soltemos ahora el apego a ser diferentes del común... fluyamos con el vivir...  confiemos... despleguémonos en paz... el aquí y ahora es respuesta... el ahora y aquí es universal e irrepetiblemente espiritual aun en el espejismo de lo egoicamente geométrico y fractal.

  Reflexionemos… la Vida Es... y Es siempre aquí, siempre ahora, sin antagonismos ni perspectivas conflictivas. Nada puede estar separado de sí mismo; pues todo, absolutamente todo, es siempre igual a 'SÍ MISMO' en la perfecta unicidad de lo viviente... La ‘Fuente’ (El Creador) y su ‘desembocadura’ (Yo Soy) despliegan ‘el Camino’ (ese ‘Flujo de Vida Eterna’ que es la Creación), y que invariablemente es ‘No Dos’… Perfecta y Gozosa Completud… Amor y Luz... Yin y Yang trascendidos en la hondura inacabable de lo elevado... en la ilimitud de lo intemporal que abarca todo tiempo y espacio en el instante santo de la consciencia consciente de Ser Pura Consciencia.

    Indaguemos, en consecuencia, sin distracciones que valgan, en el núcleo del no conocer especial, para en verdad conocer más allá del personalismo y retornar a la experiencia viva de lo universal. Indaguemos… profundicemos en el corazón del instante… en el meollo de lo no local, en eso que allende lo meramente perceptible de veras ES, y que se extiende en comunicación real, irrefrenable, directa e inmediata, por la bienaventurada acción de un Amor sublime e indestructible (DIOS VIVO).

KHAAM-EL

REVELACIÓN

 

    Nadie puede eludir jamás 'Lo Que En Verdad Es' por mucho que imagine poder ser 'lo que no es'. El pasado y el futuro aparentan tener concreción para el ego en un presente adulterado con memorias personales, llenas de dolor, temor y vanidad. Pero él mismo, en su distorsionado enjuiciar, es una inconcreción que nada puede concretar, abarcar y prolongar; pues el presente, libre de las imaginadas sombras del pasado que el ego proyectaba, es siempre concreto, omniabarcante e inacabable... En el ahora, aquí, sin expectativas y remembranzas, sin proyecciones interesadas que valgan, sin estupideces e imbecilidades tenidas por sabias, sin lugares especiales ni recetas mágicas que realicen suspirados sueños o concedan particulares iluminaciones, 'Lo Que En Verdad Es' resplandece desvaneciendo las sombras del ego sin necesidad de esfuerzo alguno del ego (obvio).

    No hay otra: ahondemos con consciencia meditativa en la Consciencia, silenciemos el parloteo egoico no otorgándole valor ni significado, escuchemos la sagrada Quietud del Espíritu..., y las actividades del ilusorio y doloroso 'yo' pararán. Ofreciéndosenos aquello que nunca dejó de estar presente, pero que parecía haberse perdido en los inexistentes recovecos del tiempo. La Luz brilla; ergo la oscuridad, nuevamente, se ha hecho imposible. Comprensión. Plenitud. Divide y en esencia, aunque en lo transitorio parezca lo contrario, perderás. No dividamos, pues, y no nos sentiremos divididos... Súbitamente, lo Infinito, Puro y lleno de Amor, lo Bendito y Eterno, 'Lo Que En Verdad Es' (DIOS), se revela en lo más hondo de nuestro hermanado e indestructible ser.

KHAAM-EL

EL AMOR Y EL EGO SON INCOMPATIBLES. UNO ES ETERNO, REAL Y PLENO, EL OTRO TEMPORAL, ILUSORIO Y DIVISOR

    Notar y comprender que lo que se nota y comprende desde una perspectiva especial es relativo, falso e inconsistente en su limitada objetividad, apertura la consciencia a no dar crédito a todo aquello que dimane de lo separativo como piedra angular del conocimiento. Es un intuitivo darse cuenta, sin ningún género de dudas, que los deseos personales son quienes fabrican precisamente los problemas que previo al juicio egoico no habían, lo que revela la solución al punto; disponiendo, ahora sí, la consciencia de sólidos cimientos sobre los que asentar el conocimiento en esencia y presencia, al constatar que lo esencial -el espíritu- y lo personal no interactúan el uno con el otro (como con claridad nos indica 'Un Curso de Milagros': "el ego y el espíritu no se conocen"), porque, evidentemente, lo real jamás puede convertirse o solaparse para siempre con lo irreal e ilusorio. Literalmente, es imposible conocer al espíritu desde la idea del ego o que el ego -esa sensación de entidad aparte- dure eternamente. Por eso, el espíritu sólo entra a formar parte sustancial de nuestras vidas cuando nuestra resolución y actitud de desapego de lo personal es firme y persistente.

    Prójimo de mí corazón, no demos pues más vueltas en torno a lo inconsecuente como si fuese consecuente. No hay otra salida al laberinto egoico que comprender que cualquier pensamiento o deseo personal, por bienintencionado que parezca o se justifique, en lugar de acercarnos a la experiencia viva del espíritu nos aleja taimadamente de ella mediante ilusiones de temporal percepción separativa que exigirán inmisericordes nuestra total pleitesía. En consecuencia, es básico para principiar a no darle significado a la percepción que sabemos equívoca ser constantes en la meditación, oración y ahondamiento en la vida del espíritu, en la consciencia pura, intemporal e inespacial, ilimitada y plena.

    La vida del espíritu, constatamos, sólo resplandece en verdad cuando uno deja de tener avidez por los deseos personales que la identificación egoica sobredimensiona, dejando de significarlos y apreciarlos como cruciales. Profundicemos entonces, amigo/a... meditemos en lo íntimo de lo íntimo. Seamos cautos con nosotros mismos y no nos creamos lo primero que notemos desde la periferia de la consciencia... desear lo que es efímero es despreciar lo eterno. Miremos al mundo tal cual es. No endiosemos a los poderosos de este mundo ni idolatremos las muy engañosas dádivas y honores que temporalmente conceden como tesoros y logros a conseguir, tanto en cuanto no son más que manipulación torticera que acrecienta su insaciable ansia de control y alimentan su deleznable sensación de poderío y falsa superioridad (incluyendo al ofrendado y afamado por ellos, que termina por convertirse en cómplice y ejecutor de sus malvados planes cual simple títere o marioneta a merced de dictados que -sabiendo a medias- ignora, creyéndolos incautamente conocer en toda su amplitud). Actuemos, por tanto, con discernimiento, humildad y particular desprendimiento, con generosa y fraterna inclusión hacia la vida toda, o, lo que es lo mismo, retornemos al Amor.

    En un sistema de pensamiento desiderativo desear la paz de espíritu, el Sumo Bien a todos y todo, la plenitud, bendición y comunión con Lo Divino que en lo humano habita, con aquello que se encuentra más allá de todo entendimiento personal/perceptivo, el Amor, es estar dispuesto a desaparecer como alguien especial/separado, eliminando así el origen de la compulsiva avidez que el ego alentaba y perduraba. Es este un deseo que al dirigirse más allá del mundo y sus vanidades acaba con todos los deseos que el mundo imaginara. ¡Milagro! ¡Claridad! Aunque esto parezca a primera vista paradójico, ciertamente no lo es, pues es justo lo contrario: es la acción consciente que acaba con todas las paradojas que fabricaban la sugerente, fraudulenta, contradictoria y convincente separación egoica; llena de dolor/placer, angustia/euforia, pérdida/ganancia, bien/mal, penuria/riqueza, fracaso/éxito, enfermedad/salud, nacimiento/muerte.

    Únicamente, comprendiendo en esencia lo antedicho abandonamos definitivamente la atracción por entronizar la limitada y arrogante percepción derivada del vano yoísmo, y, libres de las cadenas de los deseos especiales, retornar en presencia y verdad a antes del principio de todos los fines..., a antes del final de todos los principios..., al punto cero donde no hay puntos ajenos que valgan..., a antes de la creencia en el ego y su pequeño mundo efímero... Viviendo de nuevo la Vera Vida, la Bienaventurada Vida, con plena consciencia eterna del espíritu de todos y de todo comulgando en Espíritu y Santidad... en indivisa unicidad con DIOS: Amor.

KHAAM-EL