1.
No hay felicidad sin Amor, ni paz duradera sin verdadera y compartida alegría.
2.
Con demasiada frecuencia, en vez de razonar instintivamente razonamos con el instinto, confundiendo las creencias egoístas, amalgamadas en un conglomerado de apetencias, desdenes y miedos particulares, con el verdadero conocimiento de uno y de la vida.
3.
Aquel que sucumbe a los deleites pasajeros se vuelve esclavo de sus pasiones, y tiende hacia el egoísmo y el caos, mientras que aquel que templa su alma con pureza de corazón y Amor sincero se ve libre de sus pasiones, y tiende hacia la dicha y la armonía.
4.
La auténtica comunicación sucede siempre más allá de la superficie formal de sus códigos específicos. Las palabras y las imágenes son a las ideas que representan, lo mismo que el cuerpo es al espíritu que en él se expresa. Importante es la palabra o la imagen pero esencial es la idea en ellas apuntada, que siempre es muchísimo más que lo por el símbolo enmarcado; de igual manera importante es el cuerpo, pero primordial es el espíritu que lo trasciende.
Lo esencial nunca es el frasco sino el néctar que ofrece en sus entrañas. No confundas, pues, el néctar con el envase o siempre te quedarás desolado a las puertas de lo excelso... la vida no es lo superficial e inestable; eso es solo un marco para lo esencial y eterno.
5.
Estate atento al propósito de tus decisiones y mantén sólo aquéllas que provengan del sincero afán a dirigirte hacia el encuentro interior con la infinitud del Ser... con la Verdad y el Amor que son indisolubles en la Divina Unidad. En consecuencia, sé asertivo y no te distraigas con la tibieza de las comparaciones o las suposiciones. La Verdad es sin opuesto y el Amor es de por sí sin condiciones; más, cualquier tentación habla siempre mediante interesadas comparaciones y en condicional.
6.
El Amor nos une y nos bendice a todos por igual. Seamos verdaderamente como hermanos, los unos con los unos, y nuestro paso por el mundo será un anticipo del Cielo.
KHAAM-EL
