jueves, 27 de junio de 2019

LA FELICIDAD VERDADERA NO TIENE FIN

  "Ser feliz y hacer feliz, es el ritmo del amor".
              Sri Nisargadatta Maharaj 

  Mira con claridad y aclara lo oscuro evitando personales brillos que ensombrezcan el ánimo con aisladas alegrías que por su egoísmo, finalmente, se tornan en lloros. Florece a la Dicha. No languidezcas al encerrarte en ti mismo como un yo exclusivo y excluyente separado del prójimo por mil y una excusas disfrazadas de razones. Sigue el flujo de la vida, con confianza y generosidad, y hallarás el ritmo del amor... Porque la alegría que emerge siempre de la no resistencia ante lo cambiante es genuina felicidad que se extiende más allá de uno mismo hasta alcanzar lo infinito... hasta comulgar con la infraccionable e indisoluble unicidad del Ser. 

   Persevera en la luz de la dicha... Salta por encima de cualquier pensamiento que quiera distraerte del gozoso flujo que discurre en el ahora. Alza sin temor tus brazos al Absoluto y disfruta aquí y ahora, sin tiempo que te atosigue, sin distancias que te ausenten ni medida alguna que te mensure, de la plenitud del Amor que es inherente a la vida verdadera, a la vida eterna... ¡a la vida del Espíritu! Porque la Divina Unicidad no está separada de ti, ni tampoco de nada ni de nadie... Su presencia santa es en todos sin ser todos como entes disgregados; pues Ella, sin duda, trasciende la suma de las partes (en las que también es inmanente) al carecer de significado en Su Infinitud, con/en todo compartida, la misma idea de parte. Por lo tanto, tu felicidad hace feliz a todos, y, por Su gracia, te es devuelta inconmensurablemente para compartirla sin fin. No sigas justificando tus desesperanzas y pesares e irradia la luz de la verdadera felicidad todos los días de tu estadía en el mundo. Lo santo e intemporal se evidenciará en lo más hondo de tu corazón enamorado de amar por el Amor Mismo.

  Ahonda en lo esencial y eterno. No te aflijas por lo transitorio... Sé feliz y vive en el ritmo del amor... en comunión con el intemporal Brillo Divino, que habita en todos y cada uno de nosotros, para así vivir en el gozo indescriptible de la Luz de Dios... en la Infinita Alegría de la Plenitud del Espíritu. 

KHAAM-EL




Encamínate a la plenitud del Ser 
viviendo con compartida felicidad el ritmo del Amor.




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