viernes, 17 de enero de 2020

LO MUNDANO NO PUEDE OCULTAR LO ESENCIAL

   Recordando la pureza del corazón recuerdas lo crucial para ser feliz en la relación que te une con la vida en su totalidad... Fundir pasado y futuro en un presente lleno de Amor es la única acción que tiene verdadero sentido. Lo invisible se hace conocido, haciendo que lo meramente visible pierda su anodina fascinación y poder así contemplar lo intemporal más allá de su cambiante cáscara. Es en este presente verídico, completo, jubiloso y en paz, donde la desesperación y la muerte no tienen cabida, porque todo lo compartido está presente en la perenne y sutil música que reverbera hermosa, sentida, cálida, agradecida, armoniosa y repleta de coloridos matices, que inundan el espacio todo con las dulces e ingrávidas notas de lo santo, vivificante e íntegro; inolvidablemente emitidas desde lo más hondo y sagrado de ese alma limpia, libre de cualquier identificación con el cuerpo y sus transitoriedades, que nada sabe de distancias o separaciones, porque lo que fue uno sigue siéndolo felizmente por siempre, aquí, ahora, radiante, bendiciéndolo todo con la infinita cohesión del espíritu indiviso. Pues lo evidente, cuando hay Visión, es que no hay espacio/tiempo que pueda amargar, o resquebrajar, la irrefrenable alegría de Amar que nos conduce a la plenitud.

   Lo mundano, banal e insustancial no puede ocultar realmente lo esencial. Así que, no atendiendo a lo olvidable se recuerda lo que está más allá de cualquier egoico recuerdo; y tras recordar lo inolvidable, olvidas lo insustancial y el mundo es visto, al fin, de una manera completamente diferente, sin temor, con confianza, hermanado con lo sustancial, con la bondad inherente a todo, palpitante y llena de Dios en su núcleo ilimitado, alumbrando una renovada forma de relacionarse en comunión, que despierta al despistado (creerse un ego) de su agridulce sueño de los sentidos perceptivos que, por perseguir particular éxito, va acumulando recelos, cábalas y resentimientos, que acaban irremediablemente, de una manera u otra, en clamorosos fracasos de auténtica pesadilla. Abandona, sin más retardo, definitivamente las pesadillas y deja, pues, que acabe lo acabable permaneciendo en lo inacabable. Confía. Permítete permitir. No hagas nada de forma especial. Confía. míralo todo con ojos generosos y humildes. La virtud se encuentra en no ser pretencioso. No acumules datos que sólo distraen de lo esencial. Simplifica... Recordando lo que nos une, lo que nos separa se desvanece... quedando sólo todo lo sustancial: el Amor... la Verdad... Dios.

   Ahora, aquí, siempre, en medio de las formas y las palabras -pero sin necesidad de ellas-... todo es dicho al instante como una música y luz celestial que brota bienaventurada con total libertad desde lo más hondo y sagrado del alma, recordándonos, más allá de las memorias personales, lo inmemorial, lo esencial, lo eterno, refulgiendo a la luz del presente consciente... Todo y tod@s l@s que has amado, amas o amarás, junto a todo y tod@s l@s que no imaginas aun amar, compartimos una misma melodía eterna de santidad... siendo uno en Dios, perfecto 'No dos', como antes de cualquier antes, deshaciendo todo después en un instante libre de la atadura de las formas, de la lejanía del espacio y de las fugacidades del tiempo... ¡Oh, cuánto Amor! La oscuridad del ego jamás pudo con el divino esplendor que nos alza por encima de lo corruptible y mísero. Tan sólo queda bendecir y unirnos en un feliz ¡Aleluya! Agradecido e inacabable... glorioso y en comunión.

KHAAM-EL



Recuerda lo que acabas de leer hace un momento, 
lo que acabas de escuchar en tu mente,
pero únicamente saborea su esencia...
soltando las palabras, 
desechando los conceptos 
y quédate con lo crucial. 
Deja que acabe lo acabable 
y permanece en lo inacabable. 
Recordando lo que nos une 
lo que nos separa se desvanece... 
permaneciendo sólo todo lo sustancial:
el Amor...
Sin necesidad de palabras todo es dicho ahora mismo, 
aquí mismo,
como una música celestial 
que brota bienaventurada con total libertad.




No hay comentarios:

Publicar un comentario