jueves, 30 de enero de 2020

ETERNA DANZA DE PLENITUD


Silenciad, ¡oh, generadores de tiempo!
el griterío de la angustiada voz del mundo. 
Escuchad, ¡oh, Hijos de la eternidad!
el cántico de la luminosa voz del Alma.

Sí...
Escuchad, esa singular armonía de unicidad
que se halla en átomos y galaxias,
en movimientos, pausas y reflexiones,
en bosques, silencios, océanos y sueños,
en montañas, diálogos, llamas y vigilias,
en idas y venidas, vueltas y revueltas...
que anticipan en la oquedad de su anhelante sed 
un flujo perenne de dicha.

¡Es todo vivificante consciencia de eternidad!

Nunca se sentirán suficientemente las cosas ni los seres,
pues Amor es todo...
Infinito Amor, eterno 
e inmemorial.

Abarcad con vuestra íntima sabiduría 
el cosmos
y reconoced que toda discordia 
es apariencia e irrealidad
pues siempre guarda en su seno 
enseñanza de vida;
de esa Vida plena, 
 de ese puro vivir que sabe que vive
porque no se arredra ante ilusorios límites
y comparte feliz su entraña, 
vaciándose,
deshabitándose, 
derramándola en el otro
-que no es otro que él mismo-.










Jamás se sentirán atrapados quienes se liberan, liberando;
quienes se ayudan, ayudando;
quienes se bendicen, bendiciendo;
y quienes plenificando en lo esencial,
a su vez, ellos mismos se plenifican.

¡Despertad!
Todo está en todo, 
en ese ámbito inagotable
donde se transmutan las consciencias
en sagrada perfección
mediante la imperecedera Ley del Amor,
mediante la atenta escucha del alma vacía
invitando a ser llenada por las sublimes notas
de la bienaventurada sinfonía de la eternidad.

¡Cantad!
¡Cantad de alegría y de gozo!
¡Despertad del sueño de la muerte!
¡Oh! Hijos de la eternidad,
abrid vuestros corazones al universo todo...
y éste 
danzará en vosotros
en eterna danza de plenitud...,
en bendita comunión de Vida.
      
KHAAM-EL



Llénate de silencio
y el ruido del ego 
transmutará en música del Alma.
Vacíate de ti y serás de veras.
No temas... 
Viértete, aquí y ahora, en lo infinito,
danzando confiado por el lago de las emociones
hasta alzar el vuelo como un tranquilo cisne 
libre de las ataduras del mundo y sus apegos.
Confía....
Uniéndote a todos y a todo 
en la Luz del Amor
la plenitud brillará, eternamente, en tu entraña.
Sí, confía...
Permite que tu alma cante jubilosamente 
al Amor y a la eternidad... 
su bello canto te despertará 
del sórdido sopor de lo temporal.




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