domingo, 26 de enero de 2020

MUESTRA LO INOLVIDABLE, LO ESENCIAL, Y VIVIRÁS EN PLENITUD

   No te separes de lo esencial por juntarte con lo aparente. No te olvides de lo sustancial por querer recordar lo ilusorio. Únete a lo que no está separado y sabrás que nunca pudiste estar solo. Comparte y muestra lo sutil, puro e inolvidable y vivirás en plenitud... Lo esencial de todos esos instantes santos que eliges, cuando no divagas con temporalidades, rebosan eternidad justo aquí, precisamente ahora, y nos demuestran que el tiempo, en realidad, es insustancial, olvidable y trascendible. ¡Despierta! Enseña lo esencial y aprenderás a descartar lo efímero y superficial. Desaparece de lo falso (lo que no es) apareciendo en lo que ES y sólo lo verdadero quedará inmaculado. No quieras conquistar mundos y el Cielo será evidente de nuevo. Permanece presente y el tiempo caerá hecho jirones en la eternidad. Tiéndele la mano a tu prójimo y sabrás que Dios nos la tiende a todos. ¡Bendiciones! Nunca ha sido posible estar separados de Su Amor perfecto... de su compartida e irrompible Plenitud.

   Confía. Todas tus lágrimas y todas las lágrimas del mundo serán enjugadas para siempre aunque por un tiempo en le tiempo creas, en tu limitada e ilusoria idea de ti, que ésto no es posible. La Alegría reemplazará al llanto sí o sí. Lo imposible de la desesperación de la separación, en su inverosimilitud, siempre ha sido posible que desaparezca sin dejar rastro. Quien ha atravesado la noche oscura, y ha visto la luz tras ella, siempre estará a tu lado, acompañándote en tu despertar, aunque esté a kilómetros de distancia o sea de otro tiempo y lugar... sencillamente porque ya no es alguien en particular, sino uno contigo y con la totalidad... él ya no es él y sabe que tú no eres tú; sabe que nadie es quien parece y que las mentes separadas son ilusiones de la Consciencia indivisa. Todas las almas son el Amor de Dios en expresión y son por siempre ahora en Su Espíritu indisolubles e inseparables. Te mostrará desde lo más íntimo que nada ni nadie puede dañarte. No dejará que olvides lo que ha recordado por/en todos. la Vida es plena y sin límites. No reprimas ni te castigues con tus propias angustias, sácalas a la luz. Deja que lo tenebroso se disipe en la luz; no lo justifiques, simplemente permite que se vaya. Sé auténtico, y no quieras ser lo que imaginas te conviene o te acuciarán los inconvenientes. Vive el presente con valor y lo valioso emergerá desde lo profundo hasta revelarte infinito... uno contigo, uno conmigo, uno con todos, uno con todo... uno en Dios. Tiéndele la mano a tu prójimo. Habla con él sin miedo ni deseo personal, con honestidad y pureza... cántale esperanza... cántale fe... cántale bendiciones... cántale comunión... cántale generosamente hasta que él mismo sea bello canto de Amor. Invítale a que no se esconda más... muéstrale que no hay escondites, que la unicidad nos sustenta y colma en plenitud... y la salvación te salvará de la pequeña y absurda idea especial (ego) acerca de ti y de todo. Muestra y comparte lo sustancial, y recuerda lo que está más allá de las memorias personales... Y ya nunca más el olvido de lo santo.... Y ya siempre lo inolvidable, lo esencial, la Plenitud de la Divina Unicidad.

KHAAM-EL



Confía... Muestra lo esencial. 
Todo va bien 
cuando decides que el Amor te acompañe en tu vivir. 
Ahora sabes nada puede dañarte 
en lo sustancial.
Sí, confía en el Amor... 
déjale estar a tu lado, déjale que te acompañe en los sinsabores...
y lo inolvidable, lo esencial, 
como una hermosa y vibrante canción, 
surgirá de lo más íntimo y sagrado.
¡Encontrarás la Plenitud infinita de Amar! 




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