Encuéntrate pleno al instante
no asiendo lo volátil de las formas,
embebido de sentido y esencia.
Sé ahora. Sé presente. Sé constante.
El tiempo siempre muere ahora... el ahora vive siempre.
Resuelve tu acción sin fracciones,
sin favoritismos ni desprecios, allende anhelos y temores.
La campana que repica jubilosa en desposorios
también tañe lastimera a difuntos.
Naufraga en un océano de llantos quien, quejumbroso,
llora sin parar hasta anegarse.
No lo olvides nunca, una lágrima de sordo reproche
se acumula en el tiempo hasta ahogar el Amor.
Vivir para morir es el orgullo de la insignificancia,
un seductor error de enormes proporciones tomado por cierto...
Todos los versos del mundo son vanos
sin una Sagrada Eternidad a la que cantar,
sin una Divina Unicidad a la que alabar,
sin una Esencia Infinita que sentir y compartir.
No receles en la carne y descarna tu pensamiento.
Indaga en el mar de los llantos hasta que tu angustia estalle
por la intensidad del fulgor de la profunda dicha reencontrada.
Una perla nunca se crea en la superficie.
Sumerge tu atención en lo hondo, traspasando ahogos y negruras,
hasta que sólo quede la redentora luz de la gloria de lo indiviso.
Resuelve tu vida en el presente continuo..., antes y después es nunca.
Solo puede elevarse lo que una vez caminó a ras de suelo.
Siempre sonríe quien descubrió la inutilidad del rencoroso y cismático miedo.
Vive, ahora, en la alegría fraterna del reencuentro con el Amor
y ya nunca más el angustioso miedo ni el desolado desespero.
Sé ahora. Sé libre. Sé eternamente.
El tiempo siempre muere ahora... el ahora vive siempre.
KHAAM-EL
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