jueves, 1 de julio de 2021

EL MUNDO DEL EGO ES COMO UNA POMPA DE JABÓN... SIEMPRE REVIENTA

    
El egoísmo humano se debate en el mundo por obtener cosas del mundo, ansiando alcanzar con ellas felicidad, paz y armonía. Más estas últimas siempre le son esquivas y en lugar de rectificar, el egoísmo, tras cada revés, reincide con tozudez en su ciego anhelo. No quiere ver ni atender lo que es patente, niega lo evidente, afirma lo temporal, proclama su derecho a ser especial, se engríe en su demencia, justifica su injustificable altanería, legisla discriminativamente aplaudiendo lo exclusivista mientras abuchea con rabia lo esencial, reniega de lo claro maquinando en lo turbio, enfrenta hipócritamente en nombre de la paz e instiga al odio hablando huecamente de amor.
    Lo débil travestido de fortaleza (el ego) intenta imponer su tiranía con mil y un subterfugios de victimista actitud rencorosa. Desea vivir de idealizadas ilusiones, atesorar resultados obtenidos de espejismos, planes y especulaciones aislado en su burbuja ideal, en su refulgente pompa de jabón... Mas una burbuja, una pompa de jabón, es inestable y en cualquier momento, sin previo aviso, revienta. Cualquier comienzo, termina. Ningún éxito perdura. Toda forma se desgasta. Los devenires permutan. Los trajines que ocupaban una vez nuestra atención se olvidan relegados por otros que, a su debido tiempo, también serán olvidados. Corta es pues la memoria humana mientras extensa es su egoica e imposible aspiración.
    Únicamente abandonando el egoísmo, renunciando a la engreída perspectiva personalista de idealismos excluyentes, lo humano podrá vivenciar su sustrato Divino, su piedra angular, su cimiento firme, su sustancial e indivisa comunión de espíritu, su inmortal vida, su bendición universal, su plenitud de amor y luz..., su Consciencia Consciente más allá de memorias y desmemorias personales.

KHAAM-EL


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