Ante la imposición, la mentira interesada y el uso del miedo como medios de relación, el despierto nos invita con su ejemplo a quebrar las férreas cadenas de cualquier ideologismo adoctrinador y excluyente que el hipnótico discurso político/económico/cienticifista del mundo (hipócritamente llamadas de utilidad pública) quiere ponernos para sujetarnos y someternos a sus perversos dictados. Actúa desinteresadamente en la extensión del Amor de Dios: evocando el recuerdo de nuestra honda realidad inmortal, mostrando la luz de lo fraterno, contagiando la alegría de vivir sin miedo, evidenciando que lo esencial/trascendente es mucho más importante que lo superficial/aparente y que el generoso compartir de la añadidura desde esa esencialidad vívida y vivificante nos trae paz y plenitud al corazón.
Entonces, tengamos siempre presente, aun en medio de las mayores penalidades y humillaciones, que uno es vigorizado por el Espíritu y no por las tentadoras transitoriedades que el mundo oferta. Llenaremos así de dulce sosiego y gozo el alma. Ahora, de nuevo, todo resplandece deshaciendo tinieblas. El milagro más grande, el más simple y natural, se hace patente, claro y vivencial: la alegría del corazón no depende de las cosas o asuntos mundanos sino de cómo uno vive lo que sucede. Si se vive con resentimiento, hasta el mayor de los éxitos acarreará finalmente dolor; mas si se vive con Amor, incluso el peor de los fracasos para la óptica del mundo se transforma en triunfo y bendición eternas... Comunión... Divina Unicidad.
KHAAM-EL
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