sábado, 7 de enero de 2017

NO HAY HORIZONTES EN LA RELACIÓN SANTA - VÍDEO + +

    Adjunto a este escrito publico el vídeo de una charla en la que incido en cómo el ego separa y aleja procurando que no haya jamás un acercamiento ni unión real con el prójimo; al igual que dos o más horizontes que se percibieran mutuamente aunque intentaran relacionarse nunca podrían. Porque un horizonte es obviamente algo en el límite, algo a lo que te quieres acercar pero que se aleja en la misma proporción a tu aproximación, cambiando de panorámica pero manteniendo su inaccesibilidad final. De igual manera la relación especial, que siempre establece el ego, está condenada a la incomunicación, pues fija como inevitable e inamovible una frontera entre ellas que las perfila. Es decir, la relación especial, es una relación entre 'yoes' que no quieren comulgar, que no quieren fusionarse en lo esencial, que no quieren ni pretenden realmente vivir en la pura indivisibilidad del Ser, puesto que quieren seguir ensalzando esas corpóreas e intelectivas diferencias temporales que los distinguen... Y la unión entre los alejados es una unión imposible.

    Sólo es posible salir de lo imposible renunciando a valorar la perspectiva egoica y buscando la unión en lo íntegro, puro y bendito, en lo eterno y espiritual, más allá de los límites de la carne y el tiempo. O, dicho de otra forma, retornar a la relación santa; desechando lo que separa, lo que disgrega, lo que proyecta expectativas de personal índole, al reconocerlo como lo que es: algo carente de verdadero significado. Pues cada uno de nosotr@s se encuentra en una situación imposible siempre que intenta conseguir un encuentro con el desencuentro, una aproximación con lo que se aleja, o un mantenimiento de lo que se derrumba.

    No signifiquemos, por tanto, la dicha como la consecución de un horizonte (un futuro exitoso a la medida del ego), y lo santo nos salvará ahora del sueño amargo de un mundo transitorio, lleno de enfermedad, desolación, miserias y muerte. Se trascienden los horizontes en un mundo plagado de horizontes, mediante la autoconsciencia plena que nos revela la comunión espiritual de la vida, : la infinitud del Ser. Ese Ser, esplendoroso y bienaventurado, que nos hace indistintos de lo Divino y del Amor, de la Verdad y la Luz... que nos hace Hijos de DIOS, Hermano en lo Santo; de igual a igual en el Espíritu, los unos con los unos por siempre plenos más allá del tiempo y sus transitorias diferencias.

KHAAM-EL



Abandonemos la ilusión de ser diferentes, 
más brillantes o especiales,
y la plenitud se vivenciará 
gracias a la comunión de Espíritu 
que la relación santa facilita.


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