Todas las cosas y seres del tiempo surgen y se desvanecen en él. Adquirir para después inevitablemente perder es un esfuerzo inútil de amargo desenlace. Añadir conceptos para defender una condición transitoria resta entendimiento sustancial, porque buscar ganancias, incluso en lo espiritual, sólo resalta la incómoda sensación de carencia que el ego ha elaborado con artero disimulo. Ahonda en consciencia y reflexiona: perder lo que sobra siempre ofrece las obvias ventajas del desahogo de no acopiar pesadas cargas que finalmente de nada sirven. Permanecer consciente de ser consciente ahora, fijarse en lo esencial aquí, permanecer en lo permanente y puro, sin duda desapega de manera natural del afán por ir en pos de lo pasajero. La comprensión no discursiva, inherente a la vida allende sus fenómenos transitorios, se evidencia sin trabas... Paz, Dicha y Plenitud.
Sin lo personal, el ego, no hay deseos que nublen la consciencia presente y, sin ellos, el sufrimiento desaparece de inmediato. Todo fluye perfectamente cuando nada obstruye su flujo; sin los diques de los conceptos y ansias particulares, vacío de obstáculos interiores, el mundo y sus giros dejan de desasosegar. La sencillez del contento de ser libera del descontento de intentar llegar a ser, facilitando la desaparición de todas las desagradables sensaciones que se proyectaban al procurar un personal devenir.
Ahora ya es la plenitud que esperas, la iluminación que anhelas... no la pospongas para después o nunca la experimentarás al fabricar sueños sin sentido que persiguen mañanas sin cesar para repetir estúpidamente la insatisfacción del ayer. ¡Despierta! Todo Lo Que Es es siempre aquí y ahora... directo, sin intermediarios ni complicaciones eruditas... ¡pura felicidad sin apegos!
KHAAM-EL
Ten presente:
Un hombre le dijo a Buda yo quiero la felicidad.
Él contestó: Primero retira el 'yo', es el ego.
Después quita 'quiero', porque es el deseo.
Mira, ahora sólo tienes felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario