domingo, 29 de diciembre de 2019

COMPARTIR DE CORAZÓN ES COMPARTIR DE VERDAD

  Compartir para obtener nada tiene que ver con el verdadero compartir; el corazón no sabe de negocios, privilegios o interesadas ventajas, sino de unión fraterna y colaboración desinteresada. Perseguir lo personal queriendo dicha trae sufrimiento, mientras que estar dispuesto a sufrir por el bien de todos: dicha. Abandona, pues, la competitividad egoica y serás feliz porque únicamente compartir de corazón es compartir de verdad. Sal de tu zona de confort, no te enclaustres en el dolor y la desesperanza ni te resientas contra nadie creyendo que son ellos los responsables de tu desdicha. Mira más allá de las condenas y sálvate salvando al prójimo del personal juicio. Sí, haz las paces contigo mismo dándole al mundo tu perdón. Comparte tu vida con alegría, compártela con ánimo fraternal... sin afán de exclusivo éxito ni particulares exigencias; siendo peregrino y amigable compañero de viaje para todo aquel que, sea cual sea su condición, encuentres en tu cotidiano discurrir por el mundo. Comparte verdad y jamás ocultación o mentira; compasión, más nunca vileza; paz de espíritu y no tacticismo interesado; amor genuino, despreciando el odio y el miedo. Comparte, pues, sin medida, tu corazón enamorado de amar por el Amor mismo, sin miedo a que se rompa en mil pedazos. Da... bendice... agradece... testimonia lo esencial y puro, lo santo y pleno. Comparte el pan y el vino con tu prójimo a lo largo y ancho del camino mientras esparces generosamente tu fe y tu esperanza de vida eterna en el Espíritu. Comparte salvación, proclámala, cántala, viértela abundantemente... compartiendo, sin tibieza ni remilgos, la Palabra de Dios. Establécete en Él con constancia infatigable... ese es el verdadero y fructífero compartir, el que brota del corazón henchido de Amor. Y, así, presente para todos en el presente los milagros te acompañan a cada paso que das revestido por la gracia. No seas tibio ni timorato, nada de recelos o indignidades, solicítala con segura humildad para extenderla y te será dada. ¡Bendiciones! Confía... nada podrá ya detener tu segura llegada al Cielo porque la vida se abre a lo infinito, a la Luz del Amor, a lo sagrado e inefable justo a aquellos que son receptivos a extender la llenura inmaculada del presente libre de prejuicios, deseos personales o vanos temores. ¡Aleluya! ¡Bienaventurado tú, compañer@ de vuelta al Hogar, por tu compartir de corazón! ¡Tod@s, en Dios, somos uno! Y sí, aleluya, sin duda esa es la Verdad que nos hace libres del terrible yugo del mundo.

KHAAM-EL



Dios está aquí, ahora...
Sí, Dios está siempre presente en el presente
todo el tiempo... 
No le temas pues a las circunstancias por adversas que sean
y ora con corazón receptivo y lleno de Amor...
Escucha Su Palabra de Unicidad en íntimo silencio...
Acéptala agradecido
y...
Extiéndela.
Compartirla de corazón es compartir de verdad...
es Salvación... es Bendición... es Plenitud.




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