SAGRADO CANTO DE AMOR

Encender la estufa
es inconveniente en pleno verano;
e ir sólo con camisa en el crudo invierno:
insuficiente...
No hay nube

que eternamente el sol oculte,

ni lluvia ni llanto

que por siempre duren...

La luz del Amor

se esparce ilimitada

derramando bendiciones

en un sagrado encuentro 

allende

la alternancia de los cambios

diseminados por el tiempo.

Tu confín

-libre de ataduras y celdas-

se halla sumergido 

en lo más profundo del núcleo interior

que te alienta y sustenta...

Tu no fin

-jubiloso, calmo y pleno-

se encuentra sumido

en lo más profundo,
puro, bienaventurado
y auténtico,

en lo más íntimo,

en lo más esencial de ti,
en lo más sublime e insondable de todos,
en la anchurosidad inacabable de lo viviente.

Una mirada transparente,

honesta, generosa y valiente,

alcanzando lo infinito
de inmediato no sólo ve...
se sabe indistinta de eso por ella visto.                                                         
Extendiéndose irreprimible

en la confluencia inenarrable

de todos los ciclos
-imaginados e inimaginables-

fusionándose con todos los espacios
insospechados,

en un vacío lleno de espaciosa esencia 

plenificándose 

en la eterna intimidad del Amor
que nada parcela y todo comulga.

Siendo ya Ser en existencia pura...

Un pensamiento libre

de cualquier concepto...
Un fluir esperanzado...

Un latir inmenso

eximido de miedos y vanos deseos...

Un abrazo ilimitado

de comunión gozosa...

Un fuego vivo

que no abrasa ni se extingue

ardiendo

en la eterna flama de lo Divino...

Un sagrado canto de Amor 

glorificando
la bienaventurada sinfonía del Ser.

KHAAM-EL

En lo más recóndito: lo sagrado...
En lo más profundo: lo universal...
En lo más íntimo: lo elevado...
En el corazón: la fraterna dicha de lo indiviso,
la bendición de sabernos tod@s Hij@s de Dios...

¡Aleluya! Dentro de uno el universo todo:

Plenitud de Amor Infinito
expresado eternamente
por la bienaventurada sinfonía del Ser.