domingo, 8 de diciembre de 2019

EL AMOR ES EL VUELO LIBRE DEL ESPÍRITU


Ser no es diferente de estar
y estar no puede dejar de ser...
Opinar es errar
y seguir irracionalmente lo que otros dicen, necio.
Saber no es sopesar
e ignorar la propia ignorancia precipita al abismo.

El ojo que busca en la oscuridad es ciego
y el oído que sólo atiende lo que le interesa, sordo.
Engolarse con lo particular resquebraja
en su sediciosa peculiaridad
de impositiva preeminencia discursiva.

La envidia perece por el veneno desprendido
de su propia y odiosa comparación.
Maquillar pensamientos no los hace más bellos
ni esforzarse por ser más desde una idea menor
conseguirá que lo seas
al igual que no puede inflarse un globo pinchado
por muchos soplidos que le des.

No te engañes con distracciones
que dejan todo como antes de la distracción...
la risa evasiva acaba llorando
tras su seductora estrategia cortoplacista
tal como un paraguas rasgado
-aunque se abra y se ponga sobre la testa-
no es realmente un para aguas.
No finjas querer lo que no quieres,
agradar con disimulado desagrado degrada el ánimo 
hasta llegar a la depresión más tenebrosa y severa. 
Ansiar ser lo que se pretende ser
es no sentirse ser lo que en verdad se es
en un maremagnum de ideas contrapuestas
que, en su desconfianza, se devoran unas a otras
como ratones y gatos
correteando entre hambrientos leones.










Se cree en la sombría muerte al limitar la vida.
Se cree en lo impermanente al desear lo personal...
Originándose lo fragmentado en el sueño
de uno mismo ensimismado consigo mismo
frente a algo considerado diferente de sí.

Aferrarse a lo separador disgrega ad infinitum.
Querer soñar trae siempre pesadillas
como querer poseer conlleva el perder.
Lo transitorio carece de significado
en su asirse a imposible permanencia.
No temas caer,
precipitarte al abismo de lo ilusorio
te recordará que tienes alas,
ábrelas... y álzate sobre todo lo que carece de sentido,
sobre todo lo que es insustancial apariencia.
Deja atrás lo transitorio y vuela consciente,
ecuánime, sereno, confiado...
¡Soltar es volar libre!
Agarrarse al tiempo fabrica imaginarios egos
que se visten de formas 
fantaseando distancias de insalvable angustia
que se arrastran por el coagulado espacio de lo minúsculo.

'No dos' es Amor.

Sólo puede volarse en libertad en la paz de espíritu
y en la confianza de que la vida es una
y plena y gozosa y santa y bendita
en el flujo incesante de la eternidad que siempre es, ahora.
Suelta todo apego y rechazo,
toda comparación.
Suelta toda opinión o irreflexiva inercia
viviendo presente y feliz,
con sincero y desprendido Amor.
Confía... Confía en la Providencia,
no te impacientes 
y
de nuevo
volaremos libres.

KHAAM-EL



¡Volemos libres! 
Sí...
Volemos todos juntos, 
cual uno solo, al Cielo...
a ese encuentro interior con la infinitud del Ser.





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