sábado, 29 de octubre de 2016

CLARA LUZ

   "Guíame, clara Luz, a través de las tinieblas que me rodean, llévame cada vez más adelante. La noche está oscura y estoy lejos de casa, condúceme Tú cada vez más adelante.
   Guía mis pasos: no te pido que me hagas ver desde ahora lo que me reservas para más adelante. Un sólo paso más es bastante para mí, por el momento. No siempre he sido así; ni tampoco he rezado siempre para que Tú me condujeras. Me gustaba elegir mi propio camino; pero ahora te pido que me guíes Tú siempre más adelante. Ansiaba los días de gloria y el orgullo dirigía mis pasos: ¡oh! no te acuerdes de esos años ya pasados.
   Tu poder me ha bendecido largamente y sin duda ahora también sabrá conducirme por la estepa y los pantanos, por el pedregal y los abruptos torrentes, hasta que la noche haya pasado y sonría el amanecer.
   Por la mañana, aquellos rostros de ángeles que había amado por largo tiempo y que durante una época perdía de vista, volverán a sonreír.
   Guíame, clara Luz, llévame cada vez más adelante."

 Padre Ignacio Larrañaga

*  *  *

   En la entrega total a la Luz de Dios, en la disposición firme a ponerse por completo en Sus manos, en la confianza inquebrantable en Su guía infalible, gracias al reconocimiento de que por las meras fuerzas personales siempre se acaba por extraviar el rumbo, halla uno la claridad para avanzar con decisión en la dirección correcta, paso a paso, sin prisa y sin demora, con alegría y humildad, sabiéndose bendecido al dejar de lamentarse. Dios conduce de vuelta al hogar celestial disipando oscuridades, sanando dolorosas heridas, confortando flaquezas y desasosiegos, vivificando lo moribundo con la esperanza de la eterna e inevitable plenitud del espíritu.
   
   Pide Luz de todo corazón y se te dará. No hay error que no sea subsanado cuando sale a la Luz clara del perdón, ni pasado alguno -por lamentable haya sido- que pueda ser óbice a un presente abierto, de par en par, a lo infinito y santo; porque, nada hay imposible para Dios. Él es, en verdad, todo; y nosotros, agarrados a lo personal y egoico, somos prácticamente nada. Rendir el pequeño y engañoso poderío propio al Poder del Amor y la Luz, allana todos los obstáculos que el cotidiano vivir trae para que sean transmutados en insospechadas oportunidades de iluminación y salvación... siempre yendo hacia adelante, nunca mirando atrás.

   No estás solo ni desamparado, Dios es Amor. ¿Quieres, de verdad, caminar? ¿Quieres seguir a la clara Luz hasta el final? ¡Bendiciones! No temas y confía. Los que contigo vuelven a Casa te encontrarán, al igual que tú a ellos, y juntos, en una sola Luz, retornaréis al corazón de Dios... ¡Cuanto Amor te invita a la consumación de lo santo! Un prójimo es todos los prójimos... un acto sincero de Amor te devuelve al Amor todo... Unicidad y Plenitud. Verdad y Vida. Paz y Bienaventuranza... clara Luz infinita e indivisa.


KHAAM-EL





Camina, como un peregrino humilde y esperanzado, 
siguiendo la clara Luz que te conduce siempre hacia adelante, 
hasta consumar la Plenitud del Amor y la Vida.

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