Estar presente en el presente, sea cual sea su esquiva apariencia, para contemplarlo en su intemporal esencia, y despertar de lo ilusorio y penoso... Y no justificar más el sufrimiento, y perdonar al mundo, y a uno mismo, de cualquier injusticia o despropósito completamente, de corazón... de súbito, quietud, paz, serenidad, silencio... la calma en el ojo de huracán... gloria bendita... un milagro ha sanado tu dolor, revertiendo tu desgracia en bendición, aclarando cualquier confusión, calmando tu agitado ánimo con una inconfundible paz de espíritu, alegrando tus pesares hasta desvanecerlos todos por completo, resucitándote de tu apego a la oscura muerte mediante la inmersión en luz de la vida eterna, derrotando a tu miedo para depositarte valientemente en el Amor... al fin, sin incertedumbres ni desconfianzas, sabrás que todo está bien, que nada estuvo mal salvo en apariencias... harás las paces con la vida, incondicionalmente, y saltarás de alegría cantando y bailando en medio de la tormenta... ahora estás en el mundo sin ser del mundo... pasando por el tiempo sin ser del tiempo... transitando por lugares sin ser de ningún lugar... compartiendo lo esencial, desechando lo pasajero, intrascendente y fútil... permaneciendo feliz con toda el alma y compartiéndola con corazón generoso, aún dentro de la debacle más espantosa.
KHAAM-EL
Todo está bien cuando no quedan resentimientos...
sólo hay Amor y Alegría infinita... ¡una pasada!
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