LLÉNATE CON LO QUE DE VERDAD LLENA: LO ETERNO *

   Buscar lo que no es real es perder de antemano. Llenarse con lo que acaba es atiborrarse de nada. Desvivirse por migajas no sacia, al igual que sorber unas pocas gotas de agua nunca calma completamente la sed. Reflexiona y conoce: la identidad personal, el ego y sus cuentos, va tras unas cuantas migajas y unas ridículas gotas en su ansia externa de reconocimiento y confort... Refrena el ansia de conseguir mayor seguridad tomándolo todo de lo exterior y dirígete hacia lo íntimo y eterno en ti; a aquello que, sin deseo alguno por llegar a ser, ya es por siempre en completitud. Ahonda, persevera en el camino interior... en las profundidades de la consciencia, en tu alma sencilla y pura, en tu corazón confiado y bondadoso, hay un suculento pan de Plenitud y un inacabable manantial de agua de Vida Eterna que no cesan de nutrirte en esencia y en verdad, mientras los extiendes y compartes con auténtica y fraternal generosidad.

   Sé sin excusas presencia viva. Quédate presente en el Espíritu y no vagarás en particulares ensueños de destierro, sufrimiento, carencia y muerte.

   ¿Qué buscas realmente en tu vida? Investiga con honestidad las motivaciones personales ocultas y rectifica todo ímpetu egoísta por una acción inmediata, desinteresada, rebosante de paz y certeza. Dudar, planificar y sopesar agitan el ánimo, ya que que el miedo, de ello derivado, angustia y martiriza al procurar poseer, incluso a pesar del prójimo, lo supuestamente provechoso frente a lo considerado temible. Mas perseguir algo desde lo comparativo y egoico, acrecienta la convulsa avidez que asola la paz mental. No fabriques más bucles de pensamiento, ir tras la dicha personal por encima del resto sólo acarrea mayor desdicha y sufrimiento; ya que, por su naturaleza exclusivista y miope, el deseo estimula la acción irreflexiva e invoca a la desgracia. Comprende en profundidad: aquello que se quiere poseer se escurre entre los dedos que lo aferran o perece estrangulado por el ansía desmedida que lo agarra. Medita. Profundiza. Apacigua el ánimo y mantente ecuánime; comparar divide y clasifica, difuminando la paz con aparentes conflictos cargados de prejuicios. 

   ¿Adónde llamas? Todo cambia y desaparece en el mundo, dejando un regusto amargo de perdición a todo aquel que quiere establecer en el mundo su hogar permanente. Ir y venir, en un trasiego incesante buscando lo permanente en medio de lo impermanente, no te lleva realmente a ningún lugar definitivo, pero sí trae una crónica fatiga existencial que nunca deja reposar de veras ni trae alegría y sosiego duraderos. 

   ¿Pides la Verdad o te la arrogas de forma personal? Reconoce que un sinsaber pretendiendo saber acrecienta la ignorancia; pues generar dilemas no es inteligente, porque responder a preguntas inacabables, que surgen de respuestas parciales no te acerca a la auténtica sabiduría. Comprende que únicamente lo definitivo se responde a sí mismo en completud sin un resquicio de duda. 

   Nunca es suficiente con lo impermanente. Sólo lo eterno basta. 

   Simple, sencillo, obvio y nada complicado en su bondadosa claridad de inmediata comprensión. No te conformes con transitoriedades que siempre te dejan hambriento y sediento, pues con mayor celeridad se esfuman cuanto más cerca parecen tenerse. Tan sólo, de todo corazón, busca la Verdad, llama a la Verdad, pide la Verdad... Y, como 'el que pide recibe, el que busca encuentra y al que llama se le abre', lo eterno -en su plenitud-, te liberará de tu dolorosa esclavitud en tiempo/espacio. Lo indiviso, amoroso y santo, Dios, en Su perfección, no tiene opuesto y, por eso, es Verdad. Bendiciones. Descansa feliz en Él y Vive. ¡La muerte no existe! Encuentra, entra y recibe, ahora, el Cielo.

KHAAM-EL

Dedícale con todo tu ser esta canción a Dios, a Su Eterna Plenitud...
serás indistinto de Su Amor y Vida, de Su Paz y Dicha,
para extenderlas en la Luz presente de la Unicidad.