jueves, 21 de diciembre de 2017

LA IDEA que deshace todas las ideas

   Sé honesto y constante en la autoindagación... Ve al meollo mismo de ti y no te quedes con la vorágine de lo superfluo y aparente por llamativo o acuciante que, por su intensidad, a veces pueda parecerte. Inquiere en la raíz misma de la consciencia consciente de ser consciencia. Lo variable en su inconsistencia no es la naturaleza esencial de la vida; y los estados de ánimo derivados de ello, tampoco. No te quedes con la interpretación personal de los conceptos. Da un paso más allá de tus memorias y silencia el insistente parloteo del ego... él no eres tú, ni sus pensamientos son realmente los tuyos. Ahonda... profundiza... ve allende lo que crees es tu mente y ésta se abrirá hasta ámbitos previamente insospechados para ti desde la reducida idea con la que te identificaste (el cuerpo). Simplifica, retornando a la sencillez esencial; nada especial satisfará la recurrente insatisfacción del ansia egoica. 

   Aquiétate y contempla en paz tu inquietud. No te sometas ni te pelees con lo que pelea y el conflicto interior que se proyectaba al exterior cesará. Sirve y te servirás. Ama y te amarás. No tengas prisa y avanzarás. Indaga... medita... te repito ideas que deshacen ideas hasta que no quede ninguna personal idea que consideres valiosa; entonces la Idea será evidente para ti... la Idea esencial y clara de que no eres un cuerpo ni nadie lo es -en verdad- tampoco... la Idea, bienaventurada e inefable, de que nunca ha existido ni existirá jamás la separación. Y, por fin, sabrás que sus nefastas consecuencias nunca fueron realmente posibles, porque lo que no es para siempre, no existe; y lo que no existe, no tiene repercusión alguna.

   ¡Bendiciones! 
  Cuando descubres que el problema simplemente era que creías en problemas, todo problema desaparece.
  Cuando descubres que el sufrimiento no era más que una pesadilla sin significado, despiertas.
  Cuando descubres que no hay nada que alcanzar o lograr, todo es en su momento y exacta medida dado.
   Cuando descubres que el miedo no tenía razón de ser, el Amor resplandece de nuevo.
  Y cuando no te quieres engañar más con seudoverdades, la paz de espíritu reina en tu corazón llenándote -por la gracia- de júbilo; pues, ahora, la Verdad eternamente te sustenta en la Plenitud de la Divina Unicidad.

KHAAM-EL



Ahonda en la Idea que deshace todas las ideas...
'No dos' es Verdad y Vida, Amor y Paz... Eterna Plenitud del SER.



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