jueves, 28 de diciembre de 2017

INTERIOR... (Reedición)


TU CONFÍN
-LIBRE DE ATADURAS Y CELDAS-
SE HALLA SUMERGIDO 
EN LO MÁS PROFUNDO
DEL NÚCLEO ESENCIAL
QUE TE ALIENTA
Y SUSTENTA...

TU NO FIN
-JUBILOSO, CALMO Y ETERNO-
SE ENCUENTRA SUMIDO
EN LO MÁS PROFUNDO
Y AUTÉNTICO,
EN LO MÁS ÍNTIMO,
EN LO MÁS TIERNO DE TI.



  No te distraigas con el frenético ajetreo de lo externo u olvidarás lo que tu alma siempre ha sabido y sabrá. Silencia el pulular de los pensamientos mil. Acalla el vocerío del sopesar y sopesar, del pensar y repensar, del juzgar y planificar, del dilucidar enigmas que sólo existen en tu desbocada imaginación. No escuches el parloteo insidioso de la preocupación ni tampoco atiendas a la afrenta insultante de la pequeñez. No sigas tras la inercia sugestiva del temor y la duda, pues únicamente pretenden sacarte de tu feliz, tierna y serena, plenitud interna.

  No salgas de la paz de espíritu. No te extravíes por rutas exteriores conducentes a lo efímero y caduco, por derroteros que tan sólo obtienen aquello que se pierde, por circuitos cerrados que dibujan repetitivas metas que te impelen a girar y girar sin parar en un agotador viaje a ningún lugar real. No te vayas del centro plenamente amoroso que en ti palpita. No transites por superficiales itinerarios que, etapa tras etapa, te llevan a la desesperanza de encontrarte, sin remedio, con una última mañana que pintará de tinieblas tu despedida... Quédate en paz, totalmente en paz, ahora, aquí. Contempla la luz del silencio que en tu entraña espera para encontrarte receptivo y confiado al retorno del recuerdo imborrable de que tu alma ya sabe de lo esencial, de lo eterno, de lo puro y virginal... que ya sabe del Dios Vivo que en ella por siempre mora.

   Mira en lo profundo, con profunda inocencia... y en tus profundidades verás el mundo con una luz diferente. Verás un mundo perdonado de toda miseria y dolor, libre de todo conflicto; lleno de Amor, sin sufrimiento, sin desesperación, sin angustia, sin enfermedades, sin hambre ni carencia... ¡exento de toda muerte! Contemplarás, con los ojos del alma, tal y como Dios Mismo te contempla en Su incondicionalidad sin límites.

   En lo interior lo exterior ya se encuentra incluido bajo la iluminada mirada de la Divina Unicidad que eres, en perfección y plenitud, con la Vida Toda. No te distraigas, mira la mirada del mirar..., ve hacia lo interior... contempla lo profundo... Atiende por completo a lo esencial, a lo íntimo, a lo jubiloso, tierno e inimaginablemente amoroso... Escucha la clara y dulce voz del Ser Indiviso en el centro mismo de tu alma... en la quietud de tu mente... en la generosa inocencia del corazón...,  escúchaLe decirte cuán ilimitado y glorioso es Su Amor en ti, y en toda su creación; que Él, cual Una sola, Ama como Su único e inseparable Hijo.

KHAAM-EL




Escucha la música en tu interior...
compártela...
y te sentirás, aquí en la tierra, como en el Cielo.



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