Tras este escrito adjunto el vídeo de una charla en la que ahondo en desenmascarar al ego, mostrando cómo su tentador discurso de lo caótico y azaroso, de lo peligroso e iracundo, carece de verdadera base en lo esencial y profundo.
El Amor es una expresión en la forma que no deforma, ya que no busca establecerse en ella sino que te lleva a trascenderla comulgando en Él, que es pura Divina Unicidad.
Lo esencial, santo e inefable mueve sincrónicamente lo aparente para que se recuerde lo real, pleno e infinito. Este mundo caótico no es tal, puesto que como dijo Albert Einstein: "Dios no juega a los dados"; aunque podríamos añadirle a esta frase, sin temor a equivocarnos, que al ego sin embargo le encanta, y que con mal disimulada astucia se empeña en deformar o dividir todo lo que encuentra aparentando formar o unir.
Así que confiemos ahora, sin medias tintas, en el Amor, en la presencia de Dios en nuestras vidas, y no nos dejemos engatusar por el funesto truco de lo azaroso al vivir conscientes de lo sincrónico y bendito.
KHAAM-EL
En el Amor la angustia de lo azaroso se desvanece
y todo brilla en la luz de lo pleno, santo y bienaventurado.
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